Definimos al síndrome de Cronos, como el miedo excesivo e incontrolable de una persona a ser “destronado”, despedido o desplazado de su puesto laboral y de esa manera busca los mecanismos para obstruir la promoción de sus subordinados.
Por otro lado, para no perder el control, el poder, ni sus puestos de trabajo, las personas que padecen del síndrome de Cronos dificultan a los empleados que tienen bajo su mando, que puedan expresarse y aportar nuevas ideas.
Este síndrome causa problemas en las organizaciones, interfiriendo en el ciclo de trabajo, generando malestar e insatisfacción en los empleados, por lo que se ve desmejorada la aptitud y la calidad en el desempeño laboral.
La leyenda mitológica de Cronos, se repite en muchos aspectos de nuestra sociedad en la actualidad. La vida política y las escuelas son algunos de los escenarios ideales para que personajes como Cronos, cometan abusos contra sus compañeros y subordinados, por miedo a ser desplazados.
¿De dónde proviene el nombre del síndrome de Cronos?
El síndrome de Cronos debe su nombre a uno de los dioses griegos, el cual que temía ser derrocado por sus hijos.
Según la mitología griega, Cronos por ambición derrocó a su padre Urano, para luego él mismo ser derrocado por sus hijos, Poseidón, Zeus y Hades.
Un ejemplo de esto se puede explicar de la siguiente manera: Si los ejecutivos o gerentes de una empresa impiden que su equipo evolucione, por miedo a perder su posición laboral, el estatus y el poder que creen tener.
Generalmente, los departamentos de capital humano hacen esfuerzos por identificar a quienes siguen este patrón o comportamiento, con la finalidad de erradicado de inmediato para evitar el estancamiento.
¿Cómo reconocer a alguien que padece del síndrome de Cronos?
Suele suceder, que las personas que sufren el síndrome de Cronos tengan puestos en donde dirigen personal. Ni siquiera hace falta que ostente un gran cargo, de hecho, cualquier cargo en donde puedan tener control sobre alguien es el adecuado para asumir un rol dictatorial.
Otra de las características de las personas que sufren del síndrome de Cronos, es que continuamente piensan que les van a quitar su puesto y para evitarlo son capaces hasta de tenderle trampas a quien se cruce en su camino.
Opiniones sobre el padecimiento del síndrome de Cronos
Según comentan algunos expertos en este tema, los individuos que adolecen del síndrome de Cronos son insaciables y siempre encuentran un rival que se convierte en víctima. Este síndrome comparte características muy similares al síndrome de Procusto, el cual también debería ser analizado para tener una idea más precisa sobre este tema.
Dionisio Contreras Casado, es especialista en el manejo de las emociones y las relaciones interpersonales en el terreno laboral y dice que: “Estas personas generalmente son fácilmente identificables por su deseo de controlar y su miedo a delegar, por temor a perder su puesto. Demuestran continuamente que son imprescindibles para la organización para la que trabajan y pasan largas horas en el trabajo por no delegar competencias en sus subordinados, por miedo a que sus superiores puedan compararlos”.
El Dr. Enrique Agüera Ibáñez, comento en su libro “Liderazgo solidario y compromiso social” que “El líder legítimo es aquel que adquiere el compromiso de servir a los demás y no de servirse de ellos, debe ser el resultado de la aceptación, del reconocimiento a la vocación y sensibilidad que se tiene para guiar y mediar los intereses comunes”.
Otros investigadores como Bustillo y Pavón comentan que, “El jefe cronos es aquel que ocupa un puesto de importancia, tiene baja autoestima, poca preparación académica, carece de competencia laboral, puede tener algún grado de antigüedad dentro de la organización y siempre trata de rodearse de gente mediocre y sumisa para utilizarlos a su favor”.
El síndrome de cronos en los centros educativos
Grettchen Flores-Sandí y Bustillo, hicieron algunas recomendaciones para tratar de diagnosticar y prevenir, comportamientos patológicos como el síndrome de Cronos en los centros educativos.
Sugieren que se debe evaluar el estado de ánimo de los docentes, creando espacios de encuentro y comunicación dentro y fuera del ámbito escolar, donde los docentes puedan descansar y hablar.
Igualmente plantean evaluar el nivel de compromiso de los docentes hacia el centro educativo y proponen motivarlos, atribuyéndoles funciones que no son de su competencia, pero en las que pueden aportar y enriquecer el trabajo.
También recomiendan incentivar el trabajo en equipo, para que ninguno se sienta imprescindible.
Podemos prevenir el síndrome de Cronos, procurando que la competitividad dentro de las organizaciones se mantenga dentro de límites razonables.
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