Algunos niños y niñas emplean las quejas por sistema para lograr salirse con la suya y conseguir lo que quieren. Es habitual escucharles decir cosas como “no me gusta….” “no quiero…” y estás quejas suelen ir acompañadas de gestos que enfatizan la queja, de gritos y hasta en ocasiones de pataletas.
El sentido de las quejas
Los niños y niñas que se quejan con excesiva frecuencia, son niños y niñas que han aprendido que con la queja consiguen lo que quieren o al menos se libran fácilmente de lo que no quieren. En numerosas ocasiones la queja les ha dado buenos resultados y es por ello, que al igual que ocurre con las rabietas, seguirán empleando este método para lograr sus objetivos.
Las quejas pueden tener sentido en algunas ocasiones, pero en la mayoría de los casos, se convierten en una lucha de poder, en un recurso útil para nuestros niños y niñas.
Cómo y cuándo aprenden a emplear las quejas.
Durante los primeros años de vida es cuando los pequeños aprenden diferentes formas de comportarse. Prueban entre diferentes conductas y añaden a su repertorio habitual aquellas que les proporcionan resultados beneficiosos. En este sentido, las quejas son un tipo de conducta de las que el niño prueba de su repertorio, si con las quejas obtiene un resultado positivo o algún beneficio, la queja se generalizará y pasara a formar parte de su repertorio habitual. El niño, por lo tanto aprende a usar la queja cuando obtiene una contingencia positiva tras la misma y ésta se ve reforzada.
La queja como modo de expresarse
Para algunos niños y niñas, la queja se convierte en un modo de expresión, que les permite comunicar aquello que no les gusta, aquello que no es de su agrado. Es bueno que los pequeños sepan comunicar aquello que no les desagrada, pero no que empleen la queja como forma de expresión continua y extremadamente frecuente. Es muy importante enseñar a los niños y niñas a expresar sus gustos y lo que no son sus gustos desde el respeto y de un modo constructivo. La queja se aleja de un modo maduro de expresión, la queja implica una baja tolerancia a la frustración y una nula capacidad para afrontar la adversidad. La queja implica librarse de lo que le desagradada a través de un modo de expresión.
Trucos para eliminar las quejas
- No refuerces esa conducta. Aunque la queja sea desagradable no cedas, haz como si nada y no dejes que se salga con la suya.
- Es normal que sí siempre le ha funcionado, cuando la queja no le funcione, estas sean más intensas, pero aun así no cedas.
- Enséñale que tiene otras maneras para expresar lo que no le gusta, sin recurrir a la queja constante.
- Escúchale cuando te de argumentos convincentes alejados de la queja. De este modo refuerzas otro tipo de conducta que se aleja de la queja. Si tienen una alternativa de conducta es más fácil eliminar la queja de su repertorio habitual.
- Edúcales con tu ejemplo, evita emplear las quejas como modo de expresión.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga y Pedagoga
@Celia_RodrigRu
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