Psicomotricidad vivenciada y psicomotricidad dirigida

psicomotricidad vivenciada, Psicomotricidad dirigida

Prácticamente en todos los centros de educación infantil sean de primer o de segundo ciclo se realizan sesiones de psicomotricidad. En este artículo os voy a hablar sobre los dos tipos más característicos: por un lado la psicomotricidad dirigida y por el otro la psicomotricidad vivenciada o relacional.

Aunque los materiales que se utilizan en ambas corrientes de psicomotricidad son los mismos o parecidos, sí que cambia el uso que se les da, la forma de organizar la sala… Los materiales más característicos son: los módulos de gomaespuma, pelotas, aros, picas, cuerdas, telas, etcétera.

 

Psicomotricidad Dirigida

En la psicomotricidad dirigida es el adulto el que establece unos objetivos de antemano y elabora un circuito para que al realizarlo se consigan. Para una clase el circuito es el mismo para todos los niños, es decir, todos deben de pasar por las mismas actividades sea o no su momento; como cada niño es diferente, habrá  niños que serán capaces de llevar a cabo las propuestas con soltura y otros que todavía no lo podrán realizar por ellos mismos. Además dependen de la dirección del adulto, los niños hacen lo que el adulto les dice.

 

Psicomotricidad vivenciada

 

Psicomotricidad Vivenciada

La psicomotricidad vivenciada o relacional nace los años 70 de la mano de Lapierre y Aucouturier, ellos ven al niño desde el nacimiento hasta los 7 años como un ser global, tanto en lo motor, como lo afectivo y lo cognitivo. En una sesión de psicomotricidad vivenciada el adulto prepara la sala pero es el niño el que a través del movimiento, del juego libre y espontáneo y de su deseo, el que se expresa psicomotrizmente, avanzando en su desarrollo.

El psicomotricista en este caso no dirige, ni le dice al niño lo que tiene que hacer, cómo hacerlo o en qué orden, sino que le ofrece un espacio, un tiempo y esta a la escucha de las necesidades de cada individuo, lo respeta y le hace evolucionar teniendo en cuenta la individualidad, que cada uno tiene un ritmo diferente y por lo tanto tendrá unas necesidades diferentes.

 

Psicomotricidad dirigida

 

En ambos tipos de psicomotricidad la sesión tiene una estructura característica y  a su vez, se fomenta una evolución entre las diferentes sesiones; por ejemplo en la psicomotricidad relacional o vivenciada se favorece que el niño evolucione desde los sensoriomotor hacia lo simbólico y lo cognitivo.

Aunque el objetivo de ambas corrientes de psicomotricidad es el desarrollo global de la persona, en la psicomotricidad dirigida se hace mayor énfasis a los aspectos motores y cognitivos, en cambio en la psicomotricidad vivenciada también se tiene en cuenta el desarrollo afectivo y social, relacional, así como el deseo, los diferentes ritmos, el juego libre y la capacidad de aprender a través de la manipulación, de la exploración, de la experimentación y del movimiento, es decir, vivenciando los aprendizajes.

 

Más información sobre la psicomotricidad infantil

Puedes ampliar información sobre la psicomotricidad aquí:

© 2017 Psicomotricidad dirigida y psicomotricidad vivenciada: pueden parecer lo mismo, pero no lo son. Laura Estremera Bayod Para el Portal Educapeques

Maestra de audición y lenguaje, Técnico superior en educación infantil, autora de Criando.

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Puedes descargarte mi libro Criando gratuitamente: http://www.bubok.es/libros/245841/CRIANDO

Aucouturier, B; Lapierre, A. (1985) Simbología del movimiento. Científico – medica. Madrid.

Arnáiz, P. (1988) Fundamentación de la práctica psicomotriz de B. Aucouturier. Seco Olea

Bernaldo de Quirós, M. (2006) Manual de psicomotricidad. Pirámide .

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