Prueba Teberosky para evaluar el proceso de aprendizaje de la escritura: La adquisición del proceso de la escritura debe ser enseñada por otro referente. Es decir, un adulto o aquel con conocimientos mayores para que el peque logre incorporar la adquisición de cada grafía y asociarlas de forma correcta con los fonemas correspondientes a fin de producir la escritura de una palabra (unidad mínima con sentido).
Otro recorrido de aprendizaje realiza la lectura, puesto que los sonidos de cada letra cambian en combinación con otros (a fin de formar palabras diferentes). Por ejemplo; no es lo mismo el sonido de la “R” al inicio de una palabra (ratón) que en otro lugar de una palabra (cartón); no es igual decir “cielo” que decir “casa”, puesto que el sonido “C” (Ce) suena fonéticamente diferente según la vocal con la que esté acompañada la consonante.
¿Por qué hablamos de lectura y escritura y no de lectoescritura? Porque se trata de formas de asimilación de los procesos que recorren caminos diferentes para que los peques logren integrar la lectoescritura tal como la percibimos los adultos. Entonces podríamos decir que pensar la lectoescritura sería más asociado a una integración que, como veremos, se encuentra la final del recorrido de la escritura alfabetizada.
Las etapas de la escritura según Teberosky y Ferreiro
Con relación a esto, Ana Teberosky y Emilia Ferreiro han determinado varias etapas de la escritura infantil.
Etapa presilábica
Escritura indiferenciada
En este tipo de escritura, los niños no logran percibir las diferencias entre los dibujos y las grafías (letras o palabras).
Escritura diferenciada
En esta, los peques pueden copiar las letras o sílabas que se les presentan, pudiendo empezar a distinguir algunas diferencias. En aquí, siempre necesitarán un modelo a copiar o imitar.
Etapa silábica
En este momento, los peques empiezan a diferenciar las letras del sonido que tiene cada una en asociación con otra (formando una sílaba). Mayormente los niños que se encuentran en esta etapa, representan la sílaba con una sola letra (mayormente una vocal, pues tiene mayor sonido que la consonante, para ellos).
Etapa silábica – alfabética
Los niños ya pueden establecer cierta correspondencia entre lo que escriben y lo que leen. No obstante, aún no son capaces de realizar una segmentación sonora de los elementos de la palabra, pudiendo así confundirse con facilidad.
Etapa alfabética
En esta última etapa, los niños logran reconocer una correspondencia entre fonema y grafema. Sin embargo, en esta etapa será necesario que aprendan la ortografía de forma correcta.
Con relación a esto último, Oscar Amaya, psicopedagogo y docente argentino, refiere que estas etapas anteriores presentan cierto grado de opacidad, puesto que aún no alcanzan o logran la comprensión adecuada del sistema alfabético. Para ello, será necesario alcanzar una etapa posterior que recibe el nombre de etapa ortográfica.
Etapa ortográfica
En esta, ya existe comprensión del sistema alfabético y ortográfico pudiendo el niño establecer un correcto aprendizaje sintáctico y semántico. En consecuencia, en esta última etapa recién existe la escritura alfabetizada.
Desde luego que estas etapas se presentan de forma progresiva y, en muchos casos, los niños alcanzan la escritura alfabetizada alrededor de los 11 – 13 años. Sin embargo, en algunos peques, pueden presentar cierto retraso o demora que les impiden no solo no alcanzar la etapa esperada, sino también no comprender adecuadamente lo que están escribiendo.
¿Cómo podemos, como docentes, distinguir en qué etapa se encuentran nuestros estudiantes? Con la prueba Teberosky. Veamos cómo es posible realizar esta prueba.
¿Cómo hacer la prueba Teberosky?
Esta es una evaluación rápida que todo docente puede realizar en el aula. No obstante, para su correcta interpretación, sugerimos la presencia y/o dirección de un pedagogo a cargo.
Se le ofrece a cada niño y de forma individual una hoja y un lápiz negro. Intenta crear un ambiente relajado para que los peques no se sientan observados.
Es mejor explicarles a los peques que no se trata de un examen que deben rendir correctamente, sino que se trata de un juego. Evitar palabras como prueba, evaluación, diagnostico, examen ayudará para que el peque se relaje. De hecho, de ser posible, es mejor realizar esta prueba con un niño a la vez y estando éste solo, en lo posible.
Se le pide al peque que redacte diferentes palabras. Debemos tener cuidado para que las palabras que se le pide sean sencillas en un inicio. De este modo, posteriormente se irán agregando palabras un poco más complejas.
Por ejemplo, iniciamos pidiéndole que escriba la palabra sol (que solo posee una sílaba). Luego, palabras de dos sílabas: gato, pato, perro, etc. Más tarde palabras de 3 sílabas: manzana. Posteriormente, palabras de 4 sílabas.
Consideraciones a tener en cuenta
Es importante empezar con palabras que sean sustantivos comunes y conocidos para los niños (como los ejemplos dados más arriba).
Procura tomar el tiempo necesario para la realización de cada prueba. Es decir, no quieras apurar los tiempos del niño. Esto solo hará que él/ella se inquieten o incomoden. De ser posible, permite que el niño escriba una de estas palabras a la vez y tras esto, ayuda al pequeño para construir conocimiento respecto de esa palabra. Por ejemplo, si le has pedido que escriba la palabra sol puedes pedirle que dibuje el mismo y que relate algo referente al sol.
Al finalizar la evaluación, se les puede pedir que escriban una oración breve en relación a alguna de estas palabras.
Tras realizar este simple ejercicio, es necesario evaluar en qué etapa se encuentra el niño a fin de poder trabajar desde el área de la pedagogía o del apoyo escolar lo necesario para que el peque alcance la escritura alfabetizada.
Prueba Teberosky para evaluar el proceso de aprendizaje de la escritura Clic para tuitear] Escuela de padres María Eugenia Daney – Lic. En Psicopedagogía. @educapeques
Es hermosos las lecturas, como las escrituras, sin ellas no podemos expresar nuestros sentimientos, agradeciendo el aporte de Educapeques.