A la hora de educar a los niños, es necesario poner límites y normas, ya que los niños los necesitan para lograr un desarrollo sano y aprender a regular y adaptar su conducta. No obstante, es importante establecer las normas y límites con equilibrio para no dañar el desarrollo emocional del niño. Prohibir demasiado a los niños tiene consecuencias negativas y puede llegar a ser tan malo como permitir demasiado.
La influencia de los estilos educativos en el desarrollo del niño
El estilo educativo de los progenitores, está determinado por una serie de creencias sobre cómo se debe educar a los niños y cuál debe ser la labor del adulto, y se manifiesta en una serie de patrones de conducta que incluyen la manera de poner normas y límites y la manera de mostrar afectos. El estilo educativo que adopten los progenitores tiene un efecto directo en el desarrollo de los niños.
El estilo educativo autoritario: prohibir demasiado a los niños
Cuando se emplea un estilo educativo autoritario, el adulto hace un ejercicio excesivo de su autoridad y, a menudo, prohíbe demasiado al niño. Las normas y los límites son excesivos y este ambiente de opresión afectará negativamente a su desarrollo.
Algunas de las razones que explican estas prohibiciones a los niños son:
- Miedos y sobreprotección excesivos. En algunos casos, cuando los padres prohíben demasiado a los niños, se debe a sus excesivos miedos sobre lo que puede ocurrirle al niño, y en un intento de proteger, se cae en la sobreprotección.
- Creencia en la necesidad de emplear un papel autoritario para educar. Algunos padres creen que es necesario emplear un papel autoritario y decir que no a los niños para no malcriar y educar adecuadamente. Es cierto que los niños necesitan límites, pero cuando demasiado excesivos pueden ser perjudiciales.
- Desconocimiento de las consecuencias negativas de prohibir demasiado. Cuando los padres no son conscientes de las consecuencias de prohibir demasiado, pueden abusar de las prohibiciones sin comprender los aspectos negativos de las mismas.
El peligro de prohibir demasiado a los niños
Prohibir demasiado a los niños puede ser muy peligroso, tanto como ser demasiado permisivos. Estos peligros afectan a su desarrollo, marcando el mismo y determinando su presente y su futuro.
- Cuando prohibimos demasiado a los niños, generamos un daño emocional importante. Su autoestima se daña, al recibir siempre mensajes negativos sobres su conducta.
- Además, prohibir demasiado implica no dejarles experimentar y explorar sus capacidades y habilidades, lo que, a su vez, impulsa el desarrollo. Si les prohibimos demasiado estamos limitando su desarrollo.
- Las prohibiciones excesivas les hacen inseguros y les transmiten miedos. Crecerán inseguros, buscando la aprobación de lo que hacen.
- Se pueden sentir culpables por querer hacer determinadas cosas, la culpa, será una emoción que les acompañará ahora y en su vida adulta.
Evitar prohibir demasiado a los niños
Es importante concienciarnos de los peligros y evitar prohibir demasiado para impulsar el desarrollo de los niños. El truco está en encontrar el equilibrio entre los límites necesarios y el exceso.
- Cuando pongas límites ten en cuenta la edad del niño y su nivel de desarrollo.
- Establece varios límites y normas claras, pero deja un espacio para su desarrollo (por ejemplo, no se puede jugar a la pelota dentro de casa, pero sí en la terraza).
- Evita utilizar el no en tus normas.
- Consensúa los límites con ellos, puedes llegar a acuerdos.
© 2018 El peligro de prohibir demasiado a los niños. Celia Rodriguez Ruiz para la Escuela de padres. Blog educativo Educapeques