Los niños adoptados: Pautas a tomar en cuenta los padres

Niños adoptados

En los últimos años en España se han incrementado el número de solicitudes de adopción, especialmente de adopciones internacionales como China o países africanos y recientemente en Rusia ¿Qué motiva a una pareja para querer adoptar a un niño? ¿ Qué características y necesidades tienen los niños adoptados ? ¿Cuáles son las pautas que deben de tener en cuenta los padres?

Anteriormente, el deseo para adoptar a un niño se debía a la incapacidad de la pareja para poder tener hijos biológicos. Después de intentarlo por varios métodos y acudir a clínicas de infertidad, la última opción de satisfacer el deseo de convertirse en padres era optar por el camino de la adopción.

A pesar de que sigue siendo el principal motivo para querer adoptar, en la actualidad, se han diversificado las motivaciones y el perfil de los solicitantes: puede haber familias con hijos que desean ofrecer a un niño desfavorecido un hogar; solteros que desean convertirse en padres aunque no tengan pareja, parejas que consideran que adoptar es una experiencia enriquecedora, tanto para la familia, como para el niño en adopción.

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Sea el motivo que fuere adoptar para todos es lo mismo:

El deseo de convertirse en madre o padre de un niño en concreto que no ha podido ser cuidado por la familia que le vio nacer.

En ningún caso debería responder a pretenciones egoístas, producto de una moda, visualizar la adopción como un segundo plato ó un sustituto de la paternidad, sino simplemente otra forma distinta de llegar a ser padres.

Según Jesús Palacios, la experiencia ha demostrado que cuando en la motivación para la adopción hay una preponderancia de las necesidades adultas, como el sentirse solos, solucionar un conflicto de pareja, haber sufrido la pérdida de un hijo o no poder tenerlos, el riesgo de que las cosas no vayan bien es muy elevado.

Por otro lado, el de la adopción no puede ser un proyecto basado en la compasión. Fundamentalmente, porque ser padre y ser madre no consiste en el hecho de sacar a un niño o una niña de la miseria, sino adquirir para toda la vida un compromiso de cariño, entrega y dedicación. La adopción no es una obra de caridad, sino un compromiso diario y permanente de maternidad y de paternidad.

El proyecto de adopción es un proyecto de familia, aunque constituida por una vía distinta a la habitual. Es un proyecto para toda la vida, tan permanente como el de la maternidad o la paternidad biológica. Quienes adoptan contraen con los niños adoptados las mismas obligaciones y los mismos compromisos que cualquier padre o cualquier madre tiene respecto a sus hijos o hijas.

Pautas para los padres:

  • Ellos traen su propia historia

Los niños adoptados tienen su propia historia y no se puede hacer “borrón y cuenta nueva”, como si reseteamos un ordenador. Los padres adoptivos deben asumir que no son lo primero que ellos vieron en este mundo cuando nacieron, sino que han tenido vivencias previas, ya sean recuerdos claros ó solo sensaciones, y éstas suelen estar llena de sufrimiento.

Adoptar significa acoger a un niño que ya existía antes de ser nuestro hijo.

  • No te extrañe si….

Algunos niños han tenido que adaptarse y sobrevivir a ambientes difíciles de falta de apego emocional por lo que algunos tienen miedo a volver a vincularse, otros han aprendido a no depender de nadie, o creen que necesitan llamar mucho la atención para que alguien les haga caso, otros evitan el contacto para protegerse…por lo tanto no te extrañe si el niño, en un primer momento es arisco, agresivo, presenta problemas de conducta, tiene miedo a los desconocidos, problemas de sueño..

  • Requieren grandes dósis de cariño y paciencia

Todos los niños tienen el derecho a ser amados y crecer en un hogar que les proporcione cariño, sin embargo, los niños adoptados, por sus características, necesitan sentirse en un ambiente que le provea protección, estabilidad, es decir, necesitan generar vínculos fuertes con su nueva familia. Esto requiere tiempo y paciencia.

  • Y también límites

Un error es creer que por sus necesidades especiales sólo requieren amor y mimos y esto es innegable, pero es igualmente importante, orientar, supervisar, disciplinar y poner límites, entendiendo esto como una manera más de amarlos y educarlos.

  • Entender y cubrir sus necesidades especiales

Cualquier niño que llegue a su nuevo hogar tendrá, al menos, la necesidad de ser cuidado e integrado en una familia que no le vio nacer, y eso es una necesidad especial. Además, los niños pueden necesitar ayuda médica especial, estimulación motriz, apoyo para la integración escolar, aprender un nuevo idioma, las nuevas costumbres, etc..

  • Aceptar que el fantasma de los padres biológicos estará presente

Con más o menos fuerza y durante más o menos tiempo habrá “otros padres” recordados, reconstruidos o imaginados, que formarán parte de la vida del niño. En lugar de intentar competir, minimizar ó despreciar dicha imagen, lo mejor es asumirla y aprender a hacer un hueco en la familia, los niños también tienen que hacer su propio duelo.

  • Tienen derecho a la verdad

Hace tiempo se debatía si era conveniente decir a los niños o no, su origen. Hoy parece unánime el aceptar que el niño tiene derecho a conocer parte de su historia personal, entre otras cosas, porque siempre terminan sabiéndolo, aunque no siempre de la persona y en el momento correcto.

Por ello, se recomienda hablarlo de una manera natural en la familia. El niño comenzará a interrogar a los padres, acerca del nacimiento de los bebés y llegará a sus propias conclusiones ¿Por qué yo no crecí en tu barriga? Se pueden aprovechar estos momentos para explicar, que aunque no nació dentro de la barriga de su madre, le aman y son sus padres igualmente. Es importante recalcar el deseo y lo felices que son de que forme parte de la familia.

  • Una familia diferente 

Toda familia se transforma con la llegada de un nuevo miembro, pero en el caso de la adopción se hace frente a otros retos adicionales como: las constantes evaluaciones, el proceso administrativo y legal, que puede tardar varios años, el acompañamiento del niño en la búsqueda de las piezas que le faltan para constriur el puzzle de su identidad, las posibles críticas y actitudes xenófobas y saber lidiar con ello.

Como todos los niños y niñas, los que son adoptados requieren mucha atención y dedicación, reclaman mucho esfuerzo, entrega y sacrificios.

 La atención a todas esas necesidades produce una gran ilusión y muchas satisfacciones, pero será también una fuente importante de esfuerzos, tensiones y frustraciones. Ello exige dedicación, entrega y capacidad para trabajar por metas a largo plazo aún a costa de las consideraciones más inmediatas.

Pero ante todo, ser padre/madre significa sentir al niño como propio, alegrarse con sus éxitos, sufrir junto con él sus decepciones, ayudándole a crecer y ser el mismo.

Como nos relata esta pareja:

La adopción ha sido un embarazo muy largo, pero con un parto que nos ha llenado el alma” (Pareja adoptante de una niña pequeña de origen asiático).

Katy Gutiérrez Herrera

Madre, psicóloga y monitora

www.deorugasymariposas.com

 

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