Un niño de infantil no necesita hacer fichas

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Aceptamos que los adultos tienen diferentes gustos y preferencias, por eso cuando vas a un restaurante puedes elegir diferentes alimentos de un menú, por eso existen diferentes modelos de coches, de telefonía, también existen diferentes trabajos en los que se requieren capacidades diferentes… y cada uno puede elegir en función de sus necesidades, gustos, posibilidades…  En cambio, cuando pensamos en los niños pequeños que están en la escuela, solemos ofrecerles a todos lo mismo y en el mismo momento como si por tener la misma edad cronológica sus necesidades fuesen las mismas.

Hoy en día, sabemos cómo se desarrolla el cerebro, qué necesita para aprender y también sabemos que cuando se trabaja en papel en lugar de en la realidad, todos sentados, haciendo todos lo mismo, al mismo tiempo, no estamos teniendo en cuenta ese desarrollo.

Cada niño es diferente

Diferentes ritmos, necesidades e intereses encontramos en cada niño y en cambio les proponemos a todos la misma actividad en el mismo momento, de esta forma no respetamos la individualidad y ofrecemos aprendizajes a niños que todavía no están preparados o por el contrario a niños que los necesitaban hacía tiempo o que ya lo han adquirido.

Conocer cómo funciona el cerebro nos deja algo que debemos de tener en cuenta, que sólo se aprende lo que se ama, lo que produce emoción, lo que se vivencia, el resto se puede memorizar, retener… pero no se aprende de forma significativa.

 

Necesidad de movimiento

Piaget denominó a la etapa entre el nacimiento y los 2 años sensoriomotora, eso significa que para desarrollar la inteligencia, el niño necesita moverse (por sí mismo, no mediante aparatos) y necesita estar en contacto con objetos que le proporcionen diferente información sensorial.  A través de la libertad de movimiento y del desarrollo sensorial el niño conseguirá pasar a la siguiente etapa, la preoperatoria, pero siempre continuará apoyándose en la etapa anterior, por lo que los aprendizajes escolares tendrán siempre una base motora. El niño necesita moverse para aprender.

 

El niño construye su inteligencia

Piaget también demostró que el niño construye su inteligencia, es decir, no aprende de forma pasiva, sino haciendo, el niño no es un mero receptor de información.

Teoría de Piaget: Desarrollo del niño desde su nacimiento hasta la adolescencia

Vínculo

El afecto es la base del aprendizaje, el niño tiene que crear un vínculo con el educador, con el ambiente, con los otros… Es necesario no forzar etapas y respetar la necesidad básica de crear vínculos para que el niño pueda dedicarse a explorar, al juego y por lo tanto a aprender.

 

Partir de la realidad

Todos los libros que conozco hasta el momento de neuroeducación tienen en común una cosa: la necesidad de que el niño aprenda en la realidad y es lógico. No es lo mismo tocar una flor, olerla, observarla, girarla, vivenciar su tamaño, su peso… que mirar una lámina en la que está fotografiada una flor (y si ya en vez de fotografiada está dibujada y tiene cara y manos como suele suceder con las imágenes que ofrecemos a los niños, el aprendizaje todavía es menos enriquecedor). El niño primero necesita conocer el mundo y a partir del mundo podrá ir pasando a una representación, de lo concreto a lo abstracto. No podemos hacerlo al revés ya que el niño no tiene la vivencia previa.

 

Vivenciar

Descubrir que algo es grande porque no lo abarca el cuerpo, que algo es débil porque se rompe, que es pesado porque apenas puedo levantarlo… Todas estas vivencias son las que le permiten al niño comprender más adelante los aprendizajes escolares, los conceptos abstractos… gracias a que los ha sentido con su cuerpo. No podemos transmitir las vivencias verbalmente de profesor a niño, ni tampoco a través de libros o fichas.

 

El juego es aprendizaje

Aparte de un derecho de la infancia, es la forma que tiene el niño de aprender, el juego no es una pérdida de tiempo, no es un mero pasatiempo, a través del juego el niño aprende; pero entendiéndolo como juego libre, el que nace de la necesidad el niño. El juego propuesto por el adulto, el que sigue unos objetivos adultos y reglas adultas, es una actividad, pero no permite la implicación emocional del juego libre. Cuando tomamos conciencia de cómo el niño aprende a través de su juego (no el que le proponemos) nos damos cuenta del error de diferenciar en el aula entre “tiempos de trabajo” y “tiempos de juego” porque ninguna actividad implica al niño de tal manera como lo hace el juego. El juego es el trabajo del niño.

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Motivación

El niño está motivado para aprender y aprende constantemente, la capacidad de asombro y las ganas de descubrir el mundo de un niño pequeño es infinita, pero esa motivación sale de dentro del niño, de su necesidad, de su interés. El problema lo encontramos cuando los adultos queremos que se interesen por lo que nosotros queremos que se interesen, cuando es el objetivo del adulto y no el del niño, como ocurre cuando no respetamos la individualidad y pretendemos que 20 niños diferentes sientan curiosidad e interés por lo mismo.

 

Oportunidades de aprendizaje

El día a día está lleno de oportunidades de aprendizaje que en ocasiones se pierden por la necesidad de seguir unas fichas que realmente no despiertan ese interés.

 

Dificultad

Por otro lado, trabajar en papel, por medio de fichas, ya sean fotocopias, de una editorial o fichas de “un proyecto” es complicado para un niño de infantil, en primer lugar porque representa una imagen plana en 2 dimensiones y la realidad no la perciben de la misma forma ¿qué ocurre cuando el niño no ha tenido una vivencia directa real con ese objeto de antemano?, ¿Cómo es su representación? Para nosotros los adultos, puede ser sencillo comprender que una pelota dibujada más grande quiere representar que está cerca y que una pequeña quiere representar que está lejos, pero el niño ¿lo interpreta de la misma forma, o puede parecerle que se está trabajando el concepto grande/pequeño?, si hay un baúl dibujado en la ficha en el que hay que pegar dentro pegatinas para trabajar el concepto dentro/fuera ¿no se está trabajando realmente el concepto encima?, ¿el niño entiende que pegar bolitas de papel de seda en la melena de un león representa el pelo?…

Como bien explica Catherine Berdonneau en su  libro Matemáticas activas de 2-6 años:

“Familiarizados desde hace tiempo con el uso del papel, a los adultos les suele costar mucho identificar las dificultades específicas que aporta esta forma de representación. La más importante viene del hecho que el uso del papel solo permite en todos los casos una representación plana de la situación que se quiere aludir. Ahora bien, esa representación obedece a muchas  reglas convencionales, desconocidas por los niños y las niñas de educación infantil.”

Quizá pensemos que es la ley educativa la que “obliga” a que los niños escolarizados utilicen fichas para trabajar en el aula, la que exige que todos deben de trabajar lo mismo en el mismo momento, sentados en sillas y que favorece poco tiempo para el juego, el cual queda relegado para el tiempo que sobra, pero os animo a leer el currículo de infantil y encontraréis cómo se habla de “tener en cuenta la individualidad de cada niño”, de  rincones con materiales diversos que posibiliten la elección de actividad por parte del niño, de la utilización de materiales diversos para favorecer el descubrimiento y permitir la observación, la simbolización y la representación…

También se establece al juego como el principal recurso metodológico de la etapa:

“Los métodos de trabajo de ambos ciclos se basarán en las experiencias, las actividades y el juego, así como en el respeto por las aportaciones del alumnado, y se desarrollarán en un ambiente de afecto y confianza que favorezca la interacción del niño con las personas adultas y con sus iguales para potenciar su autoestima e integración social (…)”

Quizá estamos haciendo de la etapa 0-3, un pre segundo ciclo y del segundo ciclo una pre primaria y de primaria una pre E.S.O, ya que en muchas ocasiones, estamos utilizando formas de trabajar que no son acordes a las necesidades reales de los niños. En una etapa de descubrimiento, exploración, experimentación y juego como el primer ciclo de infantil estamos ofreciendo imágenes y fichas en vez de vivencias, en el segundo ciclo, estamos trabajando como si fuera un estadio de operaciones concretas, en primaria, cuando debería primar lo manipulativo, el pensamiento lógico aplicado a lo concreto, trabajamos operaciones de forma abstracta y mental como si estuviesen en una etapa de operaciones formales (lo que ocurre a partir de los 12 años) y los resultados que tenemos no son muy esperanzadores: en la cola de los ranking de educación, aprendizajes superfluos que no se adquieren de forma significativa porque cada curso hay que volver a repasar lo anterior y que se olvidan en verano… ¿no estaremos fallando en la base? Quizá la solución no sea pretender adelantar etapas (ya que por mucho que lo intentemos no es posible, el ser humano madura cuando está preparado) y la encontremos ofreciendo a cada etapa lo que le corresponde.

Si tenemos en cuenta las necesidades de un niño de infantil, hacer fichas, no es una necesidad del niño.

Como dice el refrán:

No por mucho madrugar amanece más temprano.

Laura Estremera

Maestra de Audición y lenguaje, Técnico superior en educación infantil, autora de Criando

Página de facebook:  https://www.facebook.com/actividadesparaguarderia

Blog:  www.actividadesparaguarderia.blogspot.com

Puedes descargarte mi libro Criando gratuitamente:  http://www.bubok.es/libros/245841/CRIANDO

Berdonneau, C. (2008) Matemáticas activas 2 – 6 años. Grao. Barcelona.

Ferré, J; Ferrè, M. (2013) Neuro-psico-pedagogía infantil. Lebón. Barcelona.

García, J. A; Delval, J. (2010) Psicología del desarrollo I. Uned. Madrid.

L’Ecuyer, C. (2013) Educar en el asombro. Plataforma editorial.

L’Ecuyer, C. (2015) Educar en la realidad. Plataforma editorial.

Mora, F. (2013) Neuroeducación. Alianza editorial. Madrid

Orden de 28 de marzo de 2008, del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, por la que se aprueba el currículo de Educación infantil y se autoriza su aplicación en los centros docentes de la Comunidad Autónoma de Aragón.

Pascual, C. (2011) Identidad y autonomía. La casita de paz. Zamora.

Piaget, J. (2000) El nacimiento de la inteligencia en el niño. Editorial Crítica.

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7 comentarios de “Un niño de infantil no necesita hacer fichas

  1. Cecilia Velázquez ocampo dice:

    Exelente información si así tomarán en cuanta muchas maestras los ritmos y estilos de aprendizaje de los alumnos y sus necesidades los niños tendrian más oprtunidades de desarrollar su aprendizaje de acuerdo a su edad mental con materiales concretos me encanta tu
    material e informacion

  2. Dolores dice:

    Muy buen artículo, soy antifichas pero reconozco que las utilizo por comodidad, por los padres y compañeras y sobretodo por no saber cómo organizar el aula y la programación de otra manera. ¿Dónde me puedo formar, cómo puedo ver otras formas de trabajar como dices? Gracias

  3. Aurora Portero Angulo dice:

    Razón tienes con adelantar etapas. Poca atención se suele tener en la práctica docente a las teorías de psicólogos, pedagogos, investigadores en educación,… cuando no se tiene en cuenta las fases evolutivas, los estadios madurativos del niño. Algunos de tus argumentos me han traído a la memoria mi paso por la enseñanza primaria, allá por la década de los 60 del siglo pasado, cuando por imperativos de la época que me toco vivir había que aprenderse de memoria el catecismo para hacer la primera comunión, doctrina didáctica carente de significado, de motivación, de emoción fomentando la memorización para retener, aprendizajes sin sentido y con frecuencia cargado de temor/terror.
    Además hacer hincapié sobre hacer fichas en infantil, entono mea culpa en algunos momentos que he empleado ese proceder docente, al ser tramos de edad que van cargando los niños su maleta de experiencias y conocimientos, todo contenido que se quiera ofrecer en el proceso de enseñanza-aprendizaje debe ser tangible de tocar, coger, chupar, aplastar, lanzar, voltear, encajar, oler, transformar,…a través de la acción motora global o parcial del niño con materiales, objetos, elementos, sustancias,…. que, sin conllevar riesgo para su integridad, se le tiene que ofrecer preparando un ambiente a su alcance para asimilar la realidad. Las imágenes en papel nos pueden valer para leer. Las fichas, más las caricaturizadas que deforman la realidad, es no conocer o no tener en cuenta todo lo anterior en el desarrollo humano.
    ¡Que claro y con que claridad expones las razones de la educación, Laura!

  4. Paola dice:

    Gracias por el artículo, creo que está muy bien escrito y el contendido muy concreto.

  5. Shelena jorquera dice:

    Muy cierto este post, pero un poco contradictorio ponerlo en esta web donde hay un apartado específico dedicado a «fichas»…
    🙂

  6. PETRA GODOY VIERA dice:

    Muy buen artículo, algunas maestras tendrían que volver a Magisterio, porque han olvidado las bases de la pedagogía, no tienen en cuenta la psicología infantil para nada.

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