Mi hijo de 5 años ha dejado de comer últimamente. Tenemos un bebé y pensamos que tiene celos de la hermana ¿Pueden influir los celos entre los hermanos en su apetito?
En general los celos pueden influir en el apetito de un niño y pueden no hacerlo. En cualquier caso, es frecuente que esto ocurra.
También ocurre con otras situaciones estresantes para el niño: un cambio de domicilio, los cambios que supone cuidar a un familiar, el inicio del colegio o de las vacaciones, pero dependerá de la sensibilidad del niño.
En principio los padres no deben darle más importancia. Aplicar las medidas generales para tratar la alimentación que hemos propuesto puede ser suficiente, más en concreto:
- No forzar al niño para que coma más. Seguir la estrategia presentada, ofrecerle la comida pero sin obligarle.
- No hacer comentarios al respecto y menos aún comparaciones con su hermana, como por ejemplo “que tu hermana come más” o “que ella se va a poner más grande”…
- Procurar que no coma antes de las comidas y que no beba refrescos durante la misma. Así mismo, procurar hacer las tres comidas y los dos tentempiés.
- Establecer antes de la comida un pequeño ritual de preparación y que sean un momento agradable.
- Evitar comer con distracciones. Este puede ser un buen momento de estar con él hablarle y prestarle atención exclusiva hasta que la hermanita sea mayor y coma a la mesa.
Podéis controlar su peso e índice de masa corporal. En caso de pérdidas importantes podéis comentarlo con el pediatra.
En nuestra Escuela de Padres, hay un curso dedicado a los celos y rivalidad entre hermanos en el que encontrarán orientaciones más precisas sobre el tema.