¿Tu hijo suele cerrarse pensando en un tema de una sola forma? ¿Tiene problemas para modificar el enfoque desde el cual analiza una situación? ¿Consideras que su forma de pensar es principalmente rígida? En general, los niños que manifiestan desafíos como los mencionados tienen conflictos con la flexibilidad cognitiva.
¿Qué es la flexibilidad cognitiva?
La flexibilidad cognitiva es la habilidad de adaptar nuestra conducta y pensamiento en respuesta al entorno. Cuando se les pide a los niños que piensen en múltiples conceptos al mismo tiempo o que modifiquen su enfoque para resolver un problema, necesitan mostrar un pensamiento flexible, que se considera un aspecto central del funcionamiento ejecutivo.
Los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad y Discapacidades/Trastornos del Aprendizaje comúnmente enfrentan dificultades con su funcionamiento ejecutivo.
La flexibilidad cognitiva se produce de dos maneras principales:
- La capacidad de pensar en varias cosas al mismo tiempo.
- La capacidad de modificar el pensamiento en función de un cambio en las expectativas y/o demandas.
¿Por qué importa la flexibilidad cognitiva?
A lo largo de nuestra vida enfrentamos muchos momentos en los que debemos analizar situaciones desde diferentes puntos de vista. Es importante comprender el valor de la flexibilidad cognitiva en los niños. En la vida, los niños tendrán que enfrentar problemas sociales, problemas en las relaciones, conflictos laborales, u otra opción de una amplia gama de posibilidades que ellos deben considerar.
Ejemplos de flexibilidad cognitiva
Analicemos la situación con un ejemplo común de la vida real: imagina que tu hijo tiene una cita para jugar en la casa de su mejor amigo. Pero, cuando te diriges a la puerta, recibes un mensaje de texto que dice que el amigo está enfermo y que tendrá que reprogramarlo.
Para nosotros, el problema de reduce a pensar: “Ok, ¿para cuándo podríamos reprogramar?» O “¿Qué haremos el resto del día?” Sin embargo, para aquellos que luchan con la flexibilidad cognitiva, esto puede no ser tan fácil, ellos no responden de la misma manera a los cambios.
Podrían llegar a paralizarse y no hacer nada. Pueden reflexionar sobre el hecho de que su cita de juegos fue cancelada. O bien, pueden volverse emocionales y angustiados mientras intentan asimilar que es posible reprogramar y hacer algo diferente ese día.
Si ayudamos a ser flexibles en pensamiento a nuestros estudiantes y niños, podemos ayudarlos a alcanzar su máximo potencial.
Mas ejemplos de flexibilidad cognitiva:
- Por ejemplo, sales todos los días a estudiar o trabajar y siempre eliges el mismo trayecto para ir y un día se presenta un suceso en esa ruta, que hace que se produzca un gran atasco.
¿Qué ha ocurrido? Los planes que tenías y tú rutina se han alterado, lo que puede causar frustración por una situación que es imprevista.
¿Qué hacemos? Puedes buscar otras alternativas, como salir más temprano de casa, tomar otro camino o podrías ir en bici o en metro.
La Flexibilidad Cognitiva es el recurso con que cuenta nuestro cerebro para generar otras opciones de manera simultánea y que utiliza las mismas capacidades para tomar decisiones, como la experiencia, expectativas, motivación, conocimiento y emociones.
- Otro ejemplo es cuando llamamos a alguien a su teléfono móvil y notamos que nadie contesta.
¿Qué ha ocurrido? Pensamos en varias posibilidades, que no está en un lugar con buena cobertura, que está manejando o en una reunión y no puede contestar o no tiene batería.
¿Qué hacemos? No seguimos llamando y comprendemos que no nos podemos comunicar en ese momento y al ser mentalmente flexibles, buscamos otra solución como dejar un mensaje, escribirle por el chat de alguna red social o enviarle un mail.
- Un ejemplo de flexibilidad cognitiva también puede ser, si papá o mamá se molestan con nosotros por no haber cumplido con alguna obligación en casa, como sacar la basura, por distraernos viendo videos de tiktok.
¿Qué ha ocurrido? La flexibilidad mental nos ayudará a comprender las causas del disgusto de nuestros padres y nos permite darnos cuenta que no cumplimos con nuestros deberes.
¿Qué hacemos? Buscamos maneras de solucionar el problema y podemos activar una alarma en nuestro móvil que nos recuerde la hora de sacar la basura y de hacer otros deberes y entender que debemos estar más atentos.
- Otro ejemplo en el que actúa la flexibilidad cognitiva o mental, es cuando vamos a desayunar y nos damos cuenta que no hay cereales.
¿Qué ha ocurrido? Seguramente nos hemos quedado sin cereal porque no tomamos la precaución de revisar la alacena y no comprarlo a tiempo.
¿Qué hacemos? Nuestra flexibilidad mental o cognitiva, nos puede ayudar a buscar otras soluciones como preparamos un desayuno con otros ingredientes o irnos al colegio o al trabajo sin desayunar y comernos algo en una cafetería.
Ante estos y otros millones de ejemplos, nuestra flexibilidad cognitiva nos permite presentarnos posibles escenarios con un gran número de alternativas, para superar obstáculos o solventar múltiples situaciones.
¿Cómo mejoramos la flexibilidad cognitiva?
Aquí tienes algunas formas como puedes ayudar a tu hijo a desarrollar la flexibilidad de pensamiento son.
- Integrar los conceptos de rigidez y flexibilidad a través del juego. Practique formar el pensamiento flexible de maneras divertidas y tontas para ayudar a su hijo a comprenderlo mejor.
- Señales los patrones de pensamiento para ayudar a identificarlos. Las técnicas de conversación útiles pueden incluir explicar la rigidez como un elástico apretado. Por el contrario, el pensamiento flexible es un elástico suelto y flexible. ¡Necesitamos poner en práctica la flexibilidad para ser capaces de doblarnos con cualquier situación que la vida nos presente y no rompernos!
- Examine con su hijo los desencadenantes de la rigidez y trabaje para identificarlos. Por ejemplo, ¿necesitan que las cosas se hagan de una forma específica? Celebre cómo esos comportamientos pueden ayudarlos, pero también muéstrele cómo distinguir entre la inflexibilidad útil y la dañina.
- Lea una historia social que haga hincapié en los patrones de pensamiento flexibles. Resulta mejor crear tu propia historia con tu hijo como protagonista. Involucrar a su hijo en la creación de la historia, o integrar sus intereses, puede reforzar su aceptación para aprender el concepto.
- Forme en su hijo habilidades para la tolerancia a la frustración en las actividades diarias. Pueden hacer simulacros sobre posibles situaciones que podrían darse y la forma de enfrentarlas.
- Siempre la mejor forma de modelar conductas es con el ejemplo, observe en su propia conducta diaria algunas maneras como podría estar demostrando poca flexibilidad y hable abiertamente de ellas mostrando su disposición para mejorar.
- Para que puedan aprender a considerar otros conceptos es útil crear mapas mentales de las situaciones. Ayúdelos haciéndoles preguntas capciosas y planteando el mismo problema varias veces en distintas situaciones.
- Realice pequeños cambios en la rutina diaria de sus hijos, por ejemplo, tomar otro camino para ir a la escuela, cambiar los lugares de cada miembro de la familia en le comedor, mirar algo distinto en la televisión, etc.
Flexibilidad cognitiva ejercicios
Los ejercicios de flexibilidad cognitiva ayudan a los niños a desarrollarse y a estar más preparados para la vida adulta.
Para estimular y potenciar los procesos mentales que están implicados en la flexibilidad cognitiva, es necesario un entrenamiento adecuado y constante, por lo que a continuación te sugerimos algunos ejercicios y juegos para mejorar la flexibilidad cognitiva:
Juegos con canciones y música
Podemos hacer juegos para aplaudir con varios ritmos musicales y cantar por turnos. Estos son ejercicios muy recomendados para estimular la memoria, la concentración y fortalecen la flexibilidad cognitiva.
Actividades silenciosas y de estrategia
Hay muchos ejercicios para estimular la flexibilidad cognitiva, como las actividades silenciosas, que se basan en la estrategia y la estructuración.
Mediante la aplicación de estos ejercicios, los niños aprenden a resolver problemas, haciendo uso de su memoria y de su flexibilidad cognitiva.
Entre los juegos y las diferentes actividades para ejercitar la flexibilidad cognitiva que podemos emplear, encontramos las siguientes:
- Ajedrez
- Cubo de Rubik
- Rompecabezas
- Libros de acertijos
- Juegos de fantasía
- Juegos de coincidencia
Juegos de memoria
Los especialistas coinciden en que mientras más se ejercite la memoria desde la infancia, los niños desarrollarán mejor las funciones ejecutivas que están implicadas en la flexibilidad mental.
Los juegos de cartas, como combinar naipes, hacer corridas o las cadenas de repetición de palabras o cosas, los desafíos de encontrar objetos, entre otras actividades lúdicas, ayudan a incrementar esta función cerebral.
Se pueden comprar muchos tipos de juegos de memoria para niños e incluso jugarlos online, que mejoran la capacidad de atención, inhibición y respuesta rápida.
Actividades físicas y deportes
Las actividades físicas, contribuyen con el desarrollo muscular, óseo y el buen estado general de la salud; además, estas actividades físicas juegan un papel muy importante en el desarrollo de la flexibilidad cognitiva.
Algunas actividades físicas y deportes que ayudan a los niños a desarrollar su flexibilidad cognitiva, son los siguientes:
- Sillas musicales
- El juego del prisionero
- Deportes individuales y en equipo
Conclusión
En conclusión, las habilidades de flexibilidad cognitiva hacen posible encontrar nuevos caminos y poner en práctica nuevos enfoques para solucionar problemas en nuestra vida cotidiana. Los niños con TDAH y dificultades de aprendizaje lidian con la flexibilidad cognitiva y necesitan más ayuda para desarrollar estas habilidades. Existen diversas maneras para ayudar a su hijo a desarrollar estas habilidades, incluido el modelado, la instrucción explícita y el aprendizaje experimental.
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