Estrés en los más pequeños. estrés infantil

Estrés Infantil

Habitualmente asociamos los trastornos nerviosos, como la ansiedad o el estrés, con personas adultas, pero no solemos atribuir estas dolencias a los más pequeños. La realidad es distinta, y es que cualquier persona, sea de la edad y del sexo que sea puede llegar a sufrir alguno de estos problemas.

Si ya nos cuesta darnos cuenta de que los niños y niñas puedan manifestar este tipo de alteraciones nerviosas, más difícil nos resulta comprender cuándo nos están pidiendo ayuda. Es preciso estar atentos y saber identificar las señales que nos envían, aun que a veces es necesario ponerse en contacto con psicólogos que nos faciliten las técnicas más convenientes para que alcancen de nuevo el bienestar emocional.

estrés infantil

Para comprender que situaciones generan estrés en nuestros infantes y cuáles son los síntomas a los que debemos estar atentos, empezaremos por el principio, es decir, poniéndonos en su piel. Por costumbre creemos que la mejor vida es la de los más pequeños, dado que cuentan con todos aquellos cuidados que les podemos dar y les atribuimos el tener poca consciencia, pero esto no es del todo cierto. A continuación citaremos algunas situaciones en las que los niños se ven afectados:

  • Los niños y niñas de menor edad sufren de ansiedad y estrés a la vuelta de las vacaciones, y es que, en los períodos sin cole y de ocio para ellos, suelen pasar gran parte de sus días con sus padres y/o familiares. Una vez finalizan estos períodos de vacaciones, los pequeños se sienten inseguros y con miedo al tener que separarse varias horas de las personas que los estuvieron acompañando casi todas las horas de todos los días pasados de vacaciones.
  • Actualmente, el que el niño o la niña realice actividades extraescolares para potenciar sus habilidades es algo común y que en muchos casos ayuda a que los niños desarrollen sus destrezas, pero hay que estar bien atentos ya que son muchos otros los que se agotan y agobian al no disponer de tiempo para jugar y disfrutar por su cuenta, sin que se lo impongan. Por lo que el fomento de una buena comunicación con ellos en crucial siempre.
  • El hablar de problemas familiares y sociales cuando están presentes aunque sea en un segundo plano, puede generarles miedo e incluso inseguridad, de hecho, si notan la ansiedad en las conversaciones de mayores pueden sentir empatía y sentirla ellos también.

Los síntomas que sufren aquellos que están padeciendo estrés, ansiedad o algún trastorno nervioso, pueden variar dependiendo de la edad. En los niños de edades más tempranas pueden manifestarse nuevos hábitos como chuparse el dedo o meterse el dedo en la nariz, mientras que niños y niñas más mayores pueden comenzar a mentir, a tener pesadillas e incluso pueden llegar a realizar agresiones tanto a compañeros como a familiares. Algunos signos como el mojar la cama, el déficit de atención, el mal comportamiento o el cambio del sueño también pueden ser debidos a este tipo de problema.

Catalina Pousea para el Portal Educapeques

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