Escuela de padres: Hemos comprobado que nos cuesta más llegar a fin de mes. La cuota de la hipoteca nos ha subido, la cesta de la compra también y ahora tenemos que afrontar un mes de septiembre con los gastos propios del principio de curso. Los padres nos estamos apretando bien el cinturón, pero no queremos que nuestro hijo de once años padezca esta situación y procuramos que siga manteniendo el mismo nivel de vida que ha llevado hasta ahora ¿hacemos bien?
Con once años su hijo puede comprender en parte, la situación económica que están pasando y pueden hablar entre todos de los recortes que tienen que hacer en el gasto. Es una forma muy concreta de fomentar la corresponsabilidad.
En realidad, se trata de reducir aquellos gastos que no son estrictamente necesarios, les pongo algunos ejemplos:
- Antes de comprar, comparar precios entre algunos establecimientos.
- Reciclar y reutilizar todo el material escolar que sea posible. Así mismo, optar por “marcas blancas” en lugar de material con las estampaciones de personajes de moda o equipos de fútbol que siempre son más caras.
- Lo mismo ocurre con la ropa de vestir: reutilizar la de otros hermanos si está en condiciones y comprar marcas más económicas.
- También se puede reducir o congelar la “paga” semanal si es que el niño la tiene asignada y gastos como el teléfono móvil, extendido entre los preadolescentes.
En cualquier caso, mi opinión es que los niños, en la medida de lo posible, estén informados de la situación familiar y participen en las medidas que todos adoptan. Es una forma muy concreta de educarles para la vida y de fomentar su responsabilidad, lo contrario, tenerlos en una burbuja, en un mundo irreal, no es ni educativo ni honesto con ellos.
Jesús Jarque García para el portal educativo Educapeques