Errores paternos que pueden entorpecer el aprendizaje de nuestros hijos

profesores particulares

Ya sabemos que nadie tiene un manual universal para ser un buen padre, pues vamos aprendiendo a serlo con nuestros hijos. En muchas ocasiones lo más difícil no es solo cuidar de ellos sino encontrar la manera correcta de inculcarle los valores que queremos que tengan, educarlos de una manera adecuada y formarlos para que sea la mejor versión de sí mismos, por su bien y el de la sociedad en la que viven. Después de todo, si necesitamos ayuda extra para reforzar asignaturas o temas podemos buscar clases a domicilio con profesores particulares, pero reforzar la educación emocional requiere de mucho más tacto.

 

Esta es una tarea enorme que constantemente nos encuentra ejerciendo un rol sobreprotector y a pesar de nuestros esfuerzos por darles lo mejor, terminamos siendo un obstáculo que les impide aprender correctamente. El apoyo exagerado, el cuidado excesivo y la necesidad de hacer lo que sea por verlos bien puede terminar siendo el mayor de los problemas, y justo de eso es necesario hablar: de errores paternos que pueden ser un obstáculo en la formación de nuestros hijos, tanto académica como emocional.

 

Uno de los más comunes es adoptar un papel de salvador universal, aquel que habla con los amigos que se peleó o con los hermanos con los que discutió para solucionar los problemas por ellos. Intervenir constantemente les impide aprender que deben ser responsables de sus actos y enfrentar sus problemas por sí mismos. Esto no significa que no vamos a ser partícipes de sus conflictos, pero es mucho más efectivo serlo desde una posición de consejero que de juez.

 

Una conducta muy similar es la de los padres que se encargan de hacer los deberes por sus hijos o de resolver dudas en torno a ellos consultándolo con otros padres. Esto es sano en los primeros años de escuela, pero a medida que van creciendo ellos mismos deben aprender a responsabilizarse de sus deberes, bien sea no olvidando nunca sus notas o teniendo contacto con otros compañeros para apoyarse si un día lo necesitan. Es cierto que nuestros hijos son nuestra responsabilidad, pero parte fundamental de su formación es la toma progresiva de responsabilidad sobre sus propios asuntos.

 

Otro error que se suele cometer, muchas veces de manera inconsciente, es convertir el estudio en un castigo que merece ser recompensado una vez se cumpla;o por el contrario tomarlo como material para chantajes del tipo “hasta que no termines, no sales a jugar”.Dar premios o imponer castigos por terminar o no los deberes puede generar rechazo en ellos y dificultarle de manera permanente su entusiasmo hacia el aprendizaje. Es mejor estimularlos a edad temprana con libros y material audiovisual al conocimiento, tomando la escuela como un lugar donde van a explorar.

 

Aunque hemos hablado mayoritariamente de asuntos académicos, estos errores son una buena manera de ilustrar la dificultad que conlleva enseñar valores como la responsabilidad, el respeto, y todos los factores que toman partido en esta parte del proceso de aprendizaje de nuestros hijos. Queda por nuestra parte acompañarlos, aconsejarlos y dejarlos que se equivoquen; es la única manera de que crezcan verdaderamente.