Los niños no tienen la capacidad de razonamiento de un adulto, habitualmente se comportan de un modo impulsivo y les cuesta reflexionar antes de actuar. En muchas situaciones se dejan llevar por los impulsos y actúan. Aunque esto sea algo normal, es importante enseñar a pensar antes de actuar a los niños y controlar sus impulsos.
¿Por qué los niños son impulsivos?
La impulsividad es algo normal en los niños, y esto les puede traer problemas de comportamiento. El niño está en pleno proceso de desarrollo y su cerebro también es un cerebro en desarrollo, que requiere de maduración para sustentar el desarrollo de determinadas funciones.
El control de impulsos es una función ejecutiva que participa en la planificación, reflexión y organización de la acción. La parte del cerebro responsable del control de impulsos es la corteza prefrontal y ésta todavía no está completamente desarrollada en la infancia.
Los niños tienden a ser impulsivos:
- Porque todavía no han madurado ciertas regiones cerebrales.
- Por falta de experiencias que sustenten el aprendizaje y desarrollo.
Impulsividad y control de los impulsos
El control de impulsos es una habilidad que no siempre es fácil de adquirir, a muchas personas, tanto niños como adultos, les cuesta controlar sus impulsos en ciertos momentos.
La impulsividad puede traer muchas dificultades que afectan a diferentes ámbitos de la vida del niño:
- Dificultades académicas. La falta de capacidad para regular sus impulsos se asocia comúnmente a dificultades académicas y bajo rendimiento.
- Dificultades en las relaciones con los demás. Los niños que tienen problemas para controlar su impulsividad pueden tener dificultades para relacionarse con otros niños, les cuesta esperar su turno, seguir las normas de un juego, reaccionan sin pensar y sin escuchar a los demás.
Cómo podemos enseñar a pensar antes de actuar
Enseñar a pensar a los niños para que aprendan a controlar sus impulsos, supone educar su cerebro para que sea un cerebro reflexivo y será de gran ayuda para su día a día, en el momento actual y en el futuro.
- En primer lugar, debemos ser pacientes y entender que es cuestión de madurez. No podemos pedir al niño cosas para las que su cerebro no esté preparado, pero si podemos impulsar la maduración a través de la estimulación.
- Ayuda al niño a reflexionar a través de preguntas. Se trata de hacer preguntas externas para que el niño las interiorice más adelante y le sirvan de guía. Por ejemplo: ¿qué te dice ese enunciado? ¿qué habrá que hacer? ¿Qué vamos a hacer primero? ¿Cuál es el objetivo del juego? ¿Cómo lo vamos a organizar?, etc.
- Enseñare alguna técnica como la técnica del semáforo. La técnica del semáforo consiste en seguir los colores del semáforo antes de actuar: Rojo-paro y observo la situación; Ámbar-reflexiono lo que quiero hacer y lo que tengo que hacer; Verde: actúo.
- Educar la habilidad de escucha. Es muy importante enseñar a los niños a escuchar toda la información antes de dar una respuesta. Para ello utiliza tu ejemplo, y puedes utilizar algún juego o dinámica de turnos, levantar la mano, etc.
- Introduce en su rutina actividades de relajación y/o actividad física que le ayuden a controlar su energía.
- Utiliza juegos de turnos, donde tenga que esperar y planificar su acción. Los juegos de cartas, el ajedrez, etc. son opciones muy buenas para trabajar la impulsividad en los niños.
Ya sabes ¡¡ ENSEÑA A PENSAR!!. Si un niño aprende a pensar controlará sus impulsos.
También puedes usar diferentes técnicas para el control de los impulsos y las emociones
© 2018 Aprender a pensar ayuda al control de los impulsos. Celia Rodríguez Ruiz | Psicóloga y Pedagoga @educa_aprende para la Escuela de padres del Blog educativo Educapeques. Free imagenes por pngtree.com