Nadie puede negar que cada niño es único, que tiene intereses, necesidades y ritmos diferentes ¿cómo podemos dar respuesta en el aula a tal diversidad? Si pretendemos que todos los niños hagan lo mismo en el mismo momento, lógicamente, no estamos atendiendo a la individualidad.
En el Método Montessori, la forma de organizar el aula, “el ambiente preparado”, permite ajustarse a los intereses, ritmos y necesidades diferentes de cada niño. El ambiente es educativo, la forma de organizar el aula asume parte del papel que en un aula tradicional corresponde al maestro. La forma de colocar los muebles, los materiales, no se hace por azar, sino que está pensado para que se adecúe a las necesidades de desarrollo de los niños.
Un Aula Montessori es un espacio amplio, sencillo, bello y luminoso, con colores neutros, las paredes apenas tienen elementos, posters, murales… ya que se evita la sobreestimulación y la distracción, realmente parece más una casa que un aula tradicional, María Montessori la denominó “La casa de los niños”.
El niño puede moverse por el aula, no hay un sitio fijo para cada niño, de hecho, no hay una mesa y una silla para cada niño, sino que se mueven por el ambiente y eligen a qué área ir y con qué material quieren trabajar, lo llevan hasta el lugar donde deciden utilizarlo (una mesa, el suelo…) y una vez utilizado, lo guardan donde lo encontraron, permitiendo de esta forma una autonomía real, poder de decisión, de elegir sobre qué trabajar, en qué lugar y durante cuánto tiempo.
En el Aula Montessori el ambiente se divide en áreas, delimitadas con estanterías en las que están los materiales, sería parecido a lo que hoy en día conocemos como rincones. Las áreas de un ambiente de 3-6 años, suelen ser:
–Área de vida práctica: las actividades que encontramos en esta área facilitan la autonomía del niño, por eso hay objetos cotidianos y reales a su medida, no se juega a hacer comiditas sino que se preparan comidas, no se juega a barrer sino que se barre el aula. Algunas de las actividades de esta área pueden ser: hacer zumo, aprender a vestirse y desvestirse cuidar las plantas, preparar el almuerzo… Estas propuestas están centradas en que aprendan a cuidar de sí mismos, del entorno, a desarrollar normas sociales y controlar su cuerpo.
–Área sensorial: en esta área encontramos materiales diseñados para desarrollar y perfeccionar los sentidos y por lo tanto, la inteligencia: comparando, seleccionando, reconociendo e identificando las diferencias de matices, colores, cualidades, cantidades, contrastes… en colaboración con el movimiento.
–Área de matemáticas: en el método las matemáticas se tocan a través de materiales manipulativos con una secuencia concreta de presentación.
–Área de lenguaje: las letras se palpan, se reconocen de forma sensorial, la lectoescritura primero se trabaja de forma indirecta desde las diferentes áreas (desde la sensorial con la discriminación auditiva, el uso de la pinza… desde la vida práctica desarrollando la motricidad fina…) esperando a una “explosión de la lectoescritura” en vez de utilizar fichas, cuadernillos, hacer trazos…
–Área de cultura general.
En el Aula Montessori en cada área hay diferentes materiales. Que una actividad sea manipulativa o de madera, no la convierte en Montessori. Los materiales Montessori son materiales específicos con un fin concreto, una forma concreta de uso y una secuencia de presentación. No se utilizan al azar y son autocorrectivos, es decir, el niño por sí mismo puede corregirse por lo que no necesita al adulto cada vez que finaliza una actividad.
El orden en el Aula Montessori es importante, tanto de los materiales en las estanterías como al utilizarlos. La actividades suelen ir en bandejas para facilitar que el niño se mueva con ellas por la clase sin que se le caigan o pierdan piezas, esta bandeja también sirve para delimitar el espacio de trabajo una vez que el niño se coloca en la mesa o en el suelo evitando que se esparzan las piezas. Para trabajar en el suelo se suele delimitar el espacio con alfombras pequeñas que los propios niños colocan y guardan.
Un aspecto muy importante es que no hay un tiempo para pasar por cada área ni una obligación de pasar por todas ellas. El niño es el que decide libremente qué material utilizar y durante cuánto tiempo, sino fuera así, si el adulto impusiera que debe de pasar por todas las áreas o el tiempo que invertir en cada actividad, ya no se estaría teniendo en cuenta los diferentes ritmos, necesidades e intereses, tampoco se estaría dejando que el niño fuese autónomo ni tomara decisiones.
Las actividades no se hacen de forma grupal, una de las principales razones es porque de esa forma sólo se tiene en cuenta un tipo de alumno estándar, irreal, puesto que cada niño es diferente. ¿Y cómo surgen las relaciones sociales? En un ambiente Montessori, los niños realizan las actividades de forma individual pero surgen de forma espontánea acercamientos, los niños se observan, se ayudan entre ellos y eso sí que son verdaderas interacciones sociales que surgen de una necesidad real.
Con esta metodología, el rol del maestro cambia, ya no es el centro de la clase, es el alumno el que cobra protagonismo, el niño se mueve, explora, decide y aprende a su propio ritmo. El maestro observa y ajusta sus propuestas a cada niño, ofreciéndole a cada uno lo que necesita, “sigue al niño”; realmente es un trabajo más complejo que ofrecer a todos la misma actividad al mismo tiempo.
El método Montessori no abarca sólo la etapa de infantil, el método cubre desde la infancia hasta la adolescencia.
Montessori no es sólo una forma de organizar el aula, de permitir que se muevan por ella, no son unos materiales, ni ofrecer actividades manipulativas, el método Montessori es otra forma de ver al niño, de respetarlo, otra forma de ver la educación en la que el niño es el constructor y protagonista de su propio aprendizaje, en la que se confía en el niño y en sus capacidades. Lo realmente interesante del método es su filosofía porque querer introducir el método Montessori en el aula más que exigir un cambio de distribución de mobiliario, de materiales o de organización de tiempos, exige un cambio en la mirada del adulto.
© 2017 Aula Montessori. Laura Estremera Bayod
Maestra de audición y lenguaje, Técnico superior en educación infantil, autora de Criando.
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Buenas Noches, estamos diseñando un Kinder Tipo Montessori, para una Institución Salesiana, los requerimientos del mobiliario y sus características, ya nos fueron dadas; sin embargo, la remodelación y ampliación de las diferentes Aulas, son limitadas y por esta razón, me refiero a Ustedes en busca de apoyo, al momento tenemos un área estimada para cada Aula, a razón de 3.45 Mts.2/Por Niño o Bebé; pero deseamos saber, si para el rango de Niños/Bebés que requerimos albergar, la superficie indicada anteriormente es la adecuada según su experiencia. O bien, me pueden indicar a donde me dirijo, para obtener la superficie por metro cuadrado que se requiere.
AULA NIDO 1 4 MESES A 1.5 AÑOS (8-10 BEBES) SON 4 AULAS
AULA COMUNIDAD INFANTIL 1 1.5 AÑOS A 3 AÑOS (18-20 NIÑOS) SON 3 AULAS
Estos son los tipos de Aulas que queremos desarrollar en 2 etapas, gracias.
Muy buenas sugerencias.
Nosotros tenemos una página web especializada en el método Montessori.
https://www.rinconmontessori.com
Muchas gracias por el artículo.