La alexitimia es un trastorno mental que afectan a buena parte de la población humana (puede afectar a una de cada siete personas) pero que ha estado oculto en las sombras de la ciencia hasta su reciente descubrimiento. Tal como sucede con cualquier trastorno, esto repercute dentro de las diferentes etapas de la vida humana. Siendo la etapa infantil el que lleva el duro golpe para el niño o niña que lo padece.
A diferencia de otros trastornos que repercute muchas veces en la parte cognitiva de la persona y la realidad, esta solo afecta la parte del cerebro que genera, analiza e interpreta las emociones. Sin embargo, tiene una enorme repercusión en la vida diaria pues estas emociones “controlan” cualquier punto de la vida del niño, imposibilitando que este haga tareas simples o tenga una niñez normal.
Qué es la Alexitimia
Definimos la Alexitimia como un trastorno que imposibilita a la persona detectar sus propias emociones y por lo tanto darle un nombre a la hora de expresarlas verbalmente.
Es por ello que las personas alexitímicas son incapaces de reconocer y poner nombre a sus emociones.
No es que las personas alexitímicas no quieran expresar sus emociones, es que no pueden. Si una persona adulta que padece este trastorno se le hace difícil su vida diaria, no es de extrañar que esto repercute en buena parte a los niños. La etapa infantil es una época en la que los niños expresan sus emociones sin proponérselo.
¿Cómo educar las emociones de un niño? Inteligencia emocional
Con rabietas, felicidad, risas a montones y lloros, tratar de calmarlos puede ser algo tedioso para los padres, ahora imagínate lo que significa para un niño alexitímico. Querer expresarse, pero no sabiendo qué o cómo hacer, desconectándose de su yo interior y explotando en los momentos menos precisos y en los lugares menos esperados.
Se ha estudiado la posibilidad de que la alexitimia esté ligada al trastorno del espectro autista. La imposibilidad de expresar correctamente las emociones propias y el largo silencio que conlleva un autismo, tragando muchas veces las emociones tales como rabia o ira, hacen que se empiece a estudiar que la alexitimia y el autismo son dos trastornos que van de la mano.
Alexitimia Síntomas y comportamiento en los niños
Por lo general, este tipo de trastorno se suele detectar con la observación continua y la auto-observación. Son las visitas a los psicólogos o especialistas quienes pueden tomar la decisión acertada de si un niño es alexitímico o no. Hay una serie de comportamientos que lo distinguen y esos son:
- Falta de sueño: una vida interior bastante pobre, sin sueños y “apagado” imaginativamente. Los niños son incapaces de dibujar o imaginar una situación.
- Falta de empatía: no son capaces de detectar la alegría o tristeza de los padres o quienes lo rodean. Están emocionalmente neutros.
- Hablan poco.
- Seriedad exagerada para su edad.
- Niños muy conformistas.
- Aislamiento social.
- Cuando se le dan muestras de afectos, estos lo rechazan al no saber qué es o cómo interpretarlo.
Consecuencias de la Alexitimia a largo plazo
Un niño que tenga un tratamiento tardío en la alexitimia puede desarrollar muchos síntomas que lo afectará en su futuro. Tales síntomas pueden ser impotencia sexual, inestabilidad emocional, dificultad de relacionarse socialmente y con familiares, inestabilidad laboral, esquizofrenia, entre otros.
Una forma eficiente de prevenir (o educar a un niño con alexitimia) es siendo modelo de padres afectivos. Ser su modelo a seguir, enséñale a identificar sus emociones de manera educada y amable. Sed sus maestros dentro del mundo de la educación emocional y, sobre todo, mucha paciencia.
Te ha gustado este artículo, deja tus comentarios y coméntanos que otros artículos te gustaría que tratáramos. De todas formas puedes encontrar en nuestro diccionario para padres, las definiciones y consejos para este y otros trastornos referentes a nuestros hijos e hijas.
Cómo tratar a un niño con Alexitimia
Si tu hijo o hija padece alexitimia, aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar a lidiar con este trastorno.
- Evita el castigo verbal o físico. Los niños alexitímicos tienen mucha dificultad para comprender y expresar sus emociones, por lo que el castigo verbal o físico puede ser muy confuso y aumentar su ansiedad.
- Ayúdalos a comprender sus emociones. A menudo, los niños alexitímicos no son conscientes de sus propias emociones, por lo que es importante ayudarles a comprender qué están sintiendo. Puedes hacer preguntas como “¿Cómo te sientes?” o “¿Por qué crees que estás enfadado/triste/ansioso?”.
- Enséñales a expresar sus emociones. Una vez que entiendan sus emociones, puedes ayudarles a expresarlas de forma adecuada. Puedes animarles a dibujar, escribir o hablar de sus sentimientos.
- Valora el esfuerzo, no solo los resultados. Los niños alexitímicos pueden tener dificultades para lograr lo que se proponen, pero es importante que valores su esfuerzo y no solo los resultados.
- Enseña a tu hijo a pedir ayuda. Los niños alexitímicos tienden a no pedir ayuda cuando la necesitan, por lo que es importante enseñarles a hacerlo. Puedes animarles a pedir ayuda a sus amigos, familiares o maestros cuando necesiten.
- Encuentra un terapeuta de confianza. Si tu hijo necesita ayuda para lidiar con sus emociones, busca un terapeuta de confianza que pueda ayudarles.
Juegos para tratar la alexitimia en niños
Sabemos que la alexitimia es la incapacidad de los niños de reconocer sus propias emociones y la de los demás. Este desorden con frecuencia está acompañado de un empobrecido mundo simbólico del niño, escasa fantasía y poca creatividad para el desarrollo lúdico. En cuanto a su tipo de pensamiento, este suele tener características rígidas, concretas y prácticas.
Por último, con frecuencia dicha incapacidad se asocia con el autismo o TEA. No obstante, no se trata de la misma condición.
En esta oportunidad, te vamos a presentar diferentes juegos para que puedas trabajar en caso de tener niños con alexitimia en el aula o en el hogar.
El espejo de las emociones
Esta actividad pretende ayudar a padres y niños con alexitimia a reconocer las propias emociones y la de otras personas.
Para la misma, se debe utilizar un espejo, preferentemente pequeño (espejo de mano). Es importante que se disponga de un espejo para cada uno de los participantes de la actividad.
La actividad consiste en colocar el espejo frente a sí. De este modo, cada uno de los participantes deberá realizar el mismo movimiento.
Luego será necesario contar con una persona que actúe de orador, leyendo las siguientes frases.
- ¿Cómo reaccionas si descubres que tu mejor amigo tuvo un accidente y se lastimó una pierna?
- ¿Cuál es tu color preferido? ¿Podrías decirme alguna fruta que tenga este color? ¿Cómo te sientes cuando comes esa fruta?
- ¿Cuál es tu reacción si te enteras que tu hermano recibió una porción más grande de pastel que tú?
- ¿Cuéntame algo que te haya provocado risa o gracia? Si el niño no recuerda, es posible contarle un chiste o algo divertido y esperar a que responda.
Recomendaciones
Es importante que ante cada pregunta, los participantes se encuentren mirándose en el propio espejo. También es posible que el adulto participante observe cómo se mira a sí mismo el niño/a con alexitimia.
Otra sugerencia que hacemos es que el adulto efectué la acción correspondiente según la emoción y que muestre al niño la o las formas diferentes de la intervención.
Una obra de teatro acuática
Las sensaciones táctiles u olfativas son menos estimuladas que las visuales o auditivas. No obstante, en el caso de los niños con alexitimia puede llegar a resultar muy favorecedor para ellos.
Lo que debemos hacer es crear un espacio donde el agua sea el protagonista (en este sentido es importante observar si al niño le agrada el agua. En caso de no agradarle, se puede llevar a cabo una obra de teatro familiar pero sin dicho entorno.
La obra de teatro debe tener como protagonistas a los integrantes del grupo familiar o del colegio, siendo una pieza importante de dicha obra la participación del niño con alexitimia.
La caza de los sentimientos
Para este juego se deben utilizar herramientas de juguete (pueden ser armas para paintball, aunque también se pueden utilizar tubos de cartón). En el juego, los niños deberán dividirse en equipos.
Cada equipo deberá cazar un sentimiento diferente, para lo cual se debe entregar a cada equipo un cartón de 5 x 10 cm aproximadamente donde figure el ícono o la palabra de un sentimiento. Por ejemplo, un corazón representa el amor.
Dicho cartón, estará adherido a la vestimenta de los jugadores en la zona del pecho. Al momento de ser tocados por la pintura o agua del arma del oponente, el “soldado” deberá expresar el sentimiento que lleva puesto en su vestimenta, caso contrario, será “muerto” y el oponente podrá quedarse con el cartón del sentimiento o emoción del soldado caído.
El juego del tesoro con olores
Los niños con esta incapacidad, tienen como característica que tampoco reaccionan frente a estímulos diferentes. Por eso, (y para que posteriormente puedan lograr asociar un sentimiento de agrado, desagrado, etc) es necesario que reconozcan los diferentes olores.
El juego de los tesoros (con diferentes pistas asociadas a aromas distintos) permite que los niños sientan diferentes sensaciones durante el juego.
Por ejemplo, el juego puede iniciar con el aroma de una torta caliente horneándose. Cerca de esta, deberá estar el mensaje escrito que ayude a los peques a hallar el próximo lugar de búsqueda. Por ejemplo, el papel podría indicar alguna pista para que los niños se dirijan hacia un aula en particular, dentro de la cual se debe haber preparado un sector donde se sienta el aroma de un rico perfume de mujer o de hombre.
Posteriormente, los niños deberán hallar otra pista que los acompañe, por ejemplo, hacia un jardín o parque. Allí, podrían buscar la siguiente pista o un obsequio (en caso de finalizar el juego) cerca de algunas plantas aromáticas.
Otras actividades posibles para niños con alexitimia
- Juegos que ayuden a desplegar simbólicamente su mundo interno. Como contarles cuentos, leer con ellos y luego dibujar.
- Leer un cuento o novela y cambiar el final del mismo.
- Juegos que permitan producir empatía en los peques
- Utilizar espacios para que los niños puedan expresar lo que sienten (como rincón de la ira, la mesa de la reflexión, etc).
No conocía este trastorno, ¡gracias por la información está excelente!
Muy buen artículo
Soy el Juan Moisés de la Serna, doctor en psicología y autor del libro: «Alexitimia, un mundo sin emociones».
Le dejo el enlace por si es de su interés
Saludos
Juan Moisés de la Serna
Gracias por compartir con todos nosotros toda esta practica información. Con estos granitos de arena hacemos màs grande la montaña Internet. Enhorabuena por este post.
Saludos