Es frecuente que en los años que un niño asiste a la escuela, en alguna oportunidad necesite acudir a una clase particular.
Frente a esto, muchos padres se encuentran frente a un gran dilema: ¿Debo enviar a mi hijo a un profesor particular? En torno a esta pregunta existen, como derivadas, varios otros interrogantes: muchos padres se suelen resistir a la idea de un docente de apoyo para su hijo, argumentando que “ya se solucionará su problema escolar” o que “está distraído pero ya prestará atención”.
Actividades extraescolares ¿Qué debemos hacer?
Lo importante en estos casos es poder hallar el profesor particular que mejor se adapte a las dificultades de nuestros hijos.
Mayormente una de las áreas donde los niños precisan mayor cantidad de clases particulares es al aprender un segundo idioma.
Si bien es cierto que el aprendizaje de un segundo (o tercer) idioma es mucho más simple entre los 6 y los 18 años (por ser esta una etapa de mayor facilidad y absorción por parte de los niños y de sus habilidades para el aprendizaje) esto no quiere decir que existan otros factores que favorezcan o dificulten este aprendizaje. Por ejemplo, existen niños que han sido estimulados en el hogar (mirando vídeos, películas sin subtítulos, juegos bilingües, etc). Sin embargo otros niños pueden no haber sido estimulados desde pequeños o bien pueden tener algún tipo de resistencia o dificultad al aprender un idioma.
Es importante como padres recordar que cada niño tiene habilidades diferentes y puede suceder que uno de nuestros hijos no tenga ninguna dificultad, mientras que otro sí puede tener dificultades de aprendizaje de un idioma.
Actividades extraescolares ¿Cómo debemos actuar?
1 – Encontrando la dificultad del aprendizaje
En primer lugar debemos hallar la dificultad específica. Por ejemplo el tipo de asignatura en la que nuestro hijo necesita ayuda. Esto lo podemos descubrir al hablar con el docente de nuestro hijo o bien observando y dialogando con nuestros propios hijos.
2 – Hallando la ayuda correcta
En segundo lugar debemos encontrar el profesor particular que mejor se adapte a las necesidades de nuestros hijos y de la familia en general.
Existen muchos profesores particulares que son excelentes profesionales y que pueden ayudarnos en la tarea de facilitar el aprendizaje de los niños. Puedes hallar un buen profesional de clases particulares preguntado en la misma institución escolar.
Existe, también, una nueva modalidad llamada Preply: https://preply.com/es/ de profesores de clases particulares online que puedes tener en cuenta no sólo por la facilidad de acceso (sólo necesitas acceso a internet) sino también por la disponibilidad de horarios (puesto que son profesores de todo el mundo).
3 – Estableciendo el tiempo adecuado
En tercer lugar debemos reconocer que nuestros hijos quizás necesiten unas pocas clases particulares o bien pueden necesitar varias clases de apoyo, hasta que el/los contenido/s sean asimilados.
No existe una norma o regla estandarizada en cuanto al tiempo para asistir a una clase particular. Por el contrario debemos hacer un seguimiento de cerca sobre cómo va evolucionando nuestro hijo. Para ello será necesario que mantengamos un trato cercano y ameno con el profesor que escojamos.
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