El mito griego de Faetón y el carro del sol, nos hace darnos cuenta de las aspiraciones y dificultades de este joven personaje que busca su lugar en el mundo. En esta historia se revela una seria advertencia contra el intento de ir demasiado lejos y muy deprisa sin considerar las consecuencias de las decisiones.
Tal vez lo más importante que pretende contarnos este fabuloso mito griego, es que tratar de igualar o copiar a un padre o a una madre a quien admiramos, no siempre es la mejor manera de descubrir nuestra propia vocación.
Este es uno de los mitos y leyendas para niños más reflexivos, que es muy recomendable leer y analizar en familia.
Faetón y el carro del sol
El Dios de la mitología griega Helios y la ninfa marina Climene, tuvieron un hijo a quien llamaron Faetón y creció en Egipto con el cuidado y el amor de su madre.
Aun siendo Faetón muy joven, un amigo suyo que llamaban Epafo le dijo que su madre le había mentido sobre su origen y que él realmente no era hijo del dios del sol.
Al enterarse de tal afirmación, Climene, le juró a faetón que sí lo era y le dijo dónde podría encontrar a su padre.
De esta manera, Faetón salió en busca de su padre y fue hasta su palacio que se encontraba en la parte oriental del mundo. Cuando llegó, pudo observar que estaba decorado de una manera muy suntuosa con oro, plata y marfil.
Helios, el dios del sol recibió a Faetón muy cálidamente y este le pidió una prueba irrefutable que él era su padre.
Al ver la insistencia y determinación de Faetón por saber si él era su verdadero padre, Helios le juró por la laguna Estigia que estaba preparado para darle lo que quisiera.
Entonces Faetón le pidió al dios del sol, que lo dejara montar en su cuadriga y recorrer los cielos durante un día.
Al escuchar tal solicitud, Helios lamentó haber hecho esa promesa pero ya no podía desestimar su palabra y sólo le quedó aconsejar a Faetón a que tuviera cuidado, porque era una aventura extremadamente peligrosa y se exponía a sí mismo y al mundo a un gran peligro.
En ese momento la preocupación de Helios fue evidente, ya que ni siquiera Zeus sabía dirigir su cuadriga y los recios caballos que la llevaban.
Sin embargo Faetón estaba muy entusiasmado y no prestó atención a los consejos de su padre y a Helios no le quedó más remedio y le cedió la cuadriga.
La cuadriga de Helios
Helios le pidió a Faetón que no dejara correr en exceso a los cuatro caballos que despedían fuego, ni que volaran demasiado bajo o demasiado alto.
Faetón monto la cuadriga y casi al momento de partir perdió el control de las riendas y se desvió, lo que causó pánico entre las constelaciones del firmamento.
En medio de todo este caótico viaje, faetón se aproximó aparatosamente a la superficie de la tierra, abrasando ciudades, países y montañas. También se secaron los ríos, se formaron desiertos y la piel de los etíopes se oscureció.
La gran madre Tierra Gaya o Gea, sufrió tan dolorosa agonía que le pidió ayuda a Zeus y el rey de los dioses, sabiendo que el vuelo de Faetón era tan peligroso e inminentemente mortal, que intervino rápidamente y derribó al auriga con uno de sus rayos.
Faetón se precipitó en el río Eridano, que era uno de los cinco ríos que cruzaban el Hades y allí murió.
La muerte de Faetón
Luego de encontrar su cadáver, las ninfas enterraron a faetón y colocaron sobre su tumba una inscripción que decía:
“Aquí yace Faetón, que hizo el viaje por el sol, retó a todos, aunque la debilidad le traicionó”
Cuando el dios griego Helios vio la muerte de su hijo, se entristeció mucho y como consecuencia, la tierra pasó un día en penumbra.
A raíz de este desafortunado episodio, su madre Climene comenzó a vagar desconsolada por el mundo y las hermanas del fallecido faetón se convirtieron en árboles que producían ámbar.
La pena por la muerte de Faetón no solo alcanzó a su familia, ya que su amigo Cieno al enterarse de tal lamentable pérdida se convirtió en cisne y empezó a lamentarse, produciendo lo que se conoce como “el canto del cisne”.
–-FIN–
Mito Faetón y el carro del sol
Nuestras reflexiones sobre el mito de Faetón y el carro del sol
Faetón se sintió lastimado en su orgullo, por las burlas de las personas que le decían que no era hijo del dios sol y como era un joven irreflexivo, lo que más deseaba en todo el mundo era ser un una persona importante.
En ocasiones, hemos podido escuchar a algunos jóvenes alardear de sus padres y de su posición de prestigio y pretenden aprovecharse de su éxito, sin ellos tener méritos propios. También hemos escuchado a hijos de personas menos afortunadas en el sentido económico o de poder, que se sienten avergonzados de su origen humilde y presumen de atributos que no tienen, para atraer de manera engañosa la admiración de quienes los rodean.
Faetón no era un joven malicioso, pero tampoco era lo suficientemente maduro para trabajar duro y cosechar sus propios logros producto de su esfuerzo y capacidades.
Helios el dios del sol, es un padre amoroso y desea hacer todo lo que esté a su alcance para complacer a su hijo Faetón y ayudarlo a alcanzar sus metas y de este modo se apresura y toma una mala decisión, por ser complaciente y no tomó en consideración los riesgos.
Hay padres que se sienten culpables por no poder pasar más tiempo con sus hijos que el que pueden y tratan de arreglar esto, dando regalos que los hijos no tienen ni la madurez, ni la destreza para tenerlos.
Faetón es víctima de la arrogancia y Helios su padre fue imprudente, dando como resultado un trágico final.
Preguntas de comprensión lectora sobre el mito de Faetón y el carro del sol
A continuación te dejamos algunas preguntas de comprensión lectora, sobre el mito griego de faetón y el carro del sol:
- ¿Quién es Faetón?
- ¿Quiénes son los padres de Faetón?
- ¿Por qué Faetón se molestó?
- ¿Qué le pidió Faetón a su padre?
- ¿Crees que Helios tomó una buena decisión?