Leyendas para niños de primaria
Cuenta la leyenda mexicana del murciélago que hace muchísimos años atrás hubo un murciélago que, entristecido por su apariencia (porque era un ave tan tímida que solamente salía de paseo por las noches para no ser visto con su negra apariencia) se tomó el atrevimiento de subir hasta los cielos y hablar con el mismísimo Creador para pedirle que transformara su aspecto.
- No pudo hacer esto por ti – le explicó el Creador – Pero sí puedo mostrarte a otras aves y tú has de ir y pedirle una pluma a cada una de ellas. Si estas aceptan, podrás contener en tu cuerpo todos los colores del arcoíris.
Tras oír tan fantástico plan, el murciélago aceptó la propuesta. Entonces el Creador de todo lo llevo por cielos y cielos recorriendo a cada una de las diferentes aves. Al llegar ante su vista; les decía:
- Querida ave de belleza absoluta: ¿Te molestaría compartir conmigo solo una de tus plumas para vestir este negro cuerpo? – decía
Las aves, al ver el aspecto desagradable del murciélago aceptaron gustosas con tal ocultar un poco el cuerpo de aquel feo animal. Una tras una, las aves fueron obsequiando plumas hastaque el murciélago tuvo suficientes como para confeccionar un traje hechode plumas de todos los coloresdelarcoiris.
Tras armar el traje de plumas el murciélago cambió radicalmente su comportamiento: ya no era el animal tímido que se ocultaba por las noches; ahora se regocijaba y hasta burlaba de todas las aves a las que, tiempo atrás, él había pedido plumas para el traje que lucía diariamente.
Pasaron los días, las semanas y hasta los meses mientras el murciélago se deleitaba cada vez más por su aspecto de colores brillantes y suaves plumas. Hasta que un día, el Creador de todo el Universo observó lo que el murciélago estaba haciendo. Furioso le pidió que subiera para poder hablar con él. El murciélago lo hizo pero no dejo de regocijarse y burlarse de otras aves menos atractivas que él…
- Debes detenerte ya – le decía el Creador de todo el mundo – si no tendré que castigar tu comportamiento.
Pero el murciélago ni siquiera escuchó lo que el Creador decía así continuaba saltando y deleitándose vanidosamente con sus plumas.
Tal fue el enojo del Creador que, mientras el murciélago movía sus plumas, una por una fueron cayendo desde el cielo dejando nuevamente a este con su aspecto triste y negro que caracteriza al murciélago.
Tras ver como sus plumas caían sin parar, el murciélago dejo sus risotadas y se puso a llorar desconsoladamente. Así el murciélago lloró durante décadas hasta que una noche dejó de llorar y decidió colgar sus patas de una rama para poder descansar recordando que, algún tiempo atrás, su mundo había sido completamente al revés de lo que ahora era.
Moraleja de la leyenda del murciélago: cuando no tengas nada de valor debes actuar con humildad, pero cuando lo tengas todo debes actuar con mucha más humildad.
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