La hormiga y la pulga. Fábula de Tomás de Iriarte para niños

la hormiga y la pulga

La fábula para niños la hormiga y la pulga de Tomás de Iriarte, narra una situación desde una perspectiva humorística que nos hace reflexionar sobre la vanidad y el orgullo.

El poeta, dramaturgo y fabulista español Tomás de Iriarte (1750-1791), nos trae una fábula en verso y nosotros te presentamos nuestra versión de esta aleccionadora lectura.


Fábula de La hormiga y la pulga de Tomás de Iriarte

Una hormiga y una pulga se encontraban con frecuencia y la hormiga siempre le contaba a la pulga todo lo que hacía a diario y en qué consistían sus tareas.

Uno de esos días se encontraron nuevamente y la hormiga le comentó a la pulga:

– Hoy voy a llevar muchos granos de trigo al hormiguero, estoy acomodando una gran despensa para cuando llegue el invierno y luego voy a dedicar un tiempo para seguir cavando y hacer mi casa más grande y una habitación para invitados y …. – En ese momento la pulga la interrumpió y le dijo:

– ¡Espera un momento hormiguita! – No sigas presumiendo de tu trabajo, que hacer una despensa, llevar granos de trigo al hormiguero lo hace cualquiera, a mí me parece muy fácil tu trabajo…

La hormiga se sorprendió ante tal afirmación y le preguntó:

– ¿Y es que acaso tú sabes hacer todo eso?

– Claro que sí hormiguita, eso es muy muy fácil y cuando quieras yo podría darte algunos consejos, de hecho soy experta en todas esas tareas. – Contestó muy segura la pulga.

La hormiga, se sentía enfadada porque se sentía menospreciada y le dijo a la pulga:

– Si dices con tanta seguridad que eres una buena maestra, no se hable más…. Vayamos al hormiguero y veré que puedo aprender de todo lo que sabes…

De pronto la pulga cambió el semblante y al no querer quedar mal con la hormiga, le respondió:

– Ay mi querida hormiga, con mucho gusto te acompañaría pero justo ahora estoy muy apurada y tengo que ir a trabajar, así que hasta otro día.

Moraleja de la fábula de la hormiga y la pulga

Podemos distinguir una gran moraleja de la fábula de la hormiga y la pulga que nos dice que:

“No presumas lo que no sabes, ya que a final de cuentas quedarás en evidencia”


Temas que se pueden trabajar con la fábula “La hormiga y la pulga”

Con esta fábula corta de Iriarte llamada “La hormiga y la pulga”, podemos trabajar con los niños algunos temas para reflexionar como los siguientes:

  • La mentira
  • El ser presuntuoso
  • Los celos y la envidia
  • La prepotencia y la vanidad
  • No menospreciar el trabajo de otros

Reflexiones sobre la fábula  La hormiga y la pulga

Hay personas que a veces menosprecian las habilidades de otras personas por vanidad, por celos, por orgullo o por envidia.

Incluso, algunas de estas personas suelen aparentar saber hacer lo mismo y mucho mejor, lo que denota sus propios defectos. Este tipo de personas posiblemente puedan estar sufriendo del Síndrome de Procusto, por lo que desprecian a las personas que sobresalen a su alrededor.

Si tenemos una actitud de sentirnos superiores a las otras personas, seguramente provocaremos el rechazo de los demás.

En esta fábula podemos ver que la pulga fue vanidosa y lo único que consiguió, fue demostrar su inferioridad al intentar aparentar que sabía más de lo que decía.

Esta fábula también nos debe hacer entender, que “la verdad siempre sale a la luz”.


Fábula original en verso de ‘La hormiga y la pulga’

La fábulas del poeta español Tomás de Iriarte son muy famosas y él solía escribirlas en versos. A continuación te presentamos  la versión original de la hormiga y la pulga:

Tienen algunos un gracioso modo

de aparentar que se lo saben todo,

pues cuando oyen o ven cualquiera cosa,

por más nueva que sea y primorosa,

muy trivial y muy fácil la suponen,

y a tener que alabarla no se exponen.

Esta casta de gente

no se me ha de escapar, por vida mía,

sin que lleve su fábula corriente,

aunque gaste en hacerla todo un día.

A la pulga la hormiga refería

lo mucho que se afana,

y con qué industrias el sustento gana;

de qué suerte fabrica el hormiguero,

cuál es la habitación, cuál el granero,

cómo el grano acarrea,

repartiendo entre todas la tarea;

con otras menudencias muy curiosas

que pudieran pasar por fabulosas,

si diarias experiencias

no las acreditasen de evidencias.

A todas sus razones

contestaba la pulga, no diciendo

más que estas u otras tales expresiones:

– “Pues ya…, sí…, se supone, bien…, lo entiendo…,

ya lo decía yo…, sin duda…, es claro…,

está visto: ¿tiene eso algo de raro?”.

La hormiga, que salió de sus casillas

al oír estas vanas respuestillas,

dijo a la pulga:

– “Amiga, pues yo quiero

que venga usted conmigo al hormiguero.

Ya que con ese tono de maestra

todo lo facilita y da por hecho,

siquiera para muestra,

ayúdenos en algo de provecho”.

La pulga, dando un brinco muy ligera,

respondió con grandísimo desuello:

– “¡Miren qué friolera!

Y ¿tanto piensas que me costaría?

Todo es ponerse a ello…

pero… tengo que hacer… Hasta otro día”.

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© 2022 ▷ Educapeques ➡➤ [ La hormiga y la pulga. Fábula de Tomás de Iriarte para niños ]  Fábulas para niños  Ángel Sánchez Fuentes @educapeques