Cuento de Navidad: El milagro navideño de Troski.

Alicia es una niña de unos seis añitos que desea tener un perrito más que nada en el mundo.

Llegan las navidades y Alicia más nerviosa que de costumbre escribe la carta tanto a Papa Noel como a los Reyes Magos con su tan deseada petición:

  “Queridos Papa Noel y Reyes Magos:

    Me llamo Alicia, tengo seis añitos y este año me he portado muy bien.

   Os escribo esta vez a los cuatro porque solo quiero un regalo para esta navidad. Sólo quiero que me traigáis un perrito, me da igual que sea grande o pequeño, lo voy a querer y cuidar igual.

  Por si acaso, les he pedido permiso a mis papas y me han dicho que si, siempre que me ocupe de él porque me han dicho que será uno más de la familia. Algo así como mi hermano pequeño y peludo de cuatro patas y yo soy muy buena con los más pequeños del cole, aunque se que no es lo mismo.

  Espero que me hagáis caso y lo traigáis sea el día que sea.

  Como siempre, os dejo galletas, leche y todos los dulces navideños que quieras y mucha agua y paja para vuestros camellos y los renos de Papá Noel.

 

             Un saludo y muchos besitos.

                                                     Alicia  “

 cuento infantil

Los padres al ver la carta de la niña, deciden no esperar a que sean Papá Noel o Sus Majestades de Oriente quienes le traigan su regalo y deciden llevarla a una perrera para que la niña se dé cuenta de que los animales no son un juguete.

Ambos hablan con la niña y Alicia, emocionada, dice que si a adoptar uno de los perritos que viven en la perrera de su ciudad.

 Cuando llegan, Alicia se queda impactada ante lo que ve. Aunque bien cuidados, no puede evitar apenarse al ver las miradas de tristeza que tienen los perros y gatos que allí viven.

La encargada de la perrera les va guiando por el recinto mientras  les pregunta qué clase de perro quieren adoptar para la niña.

 Mientras tanto, Alicia ya ha elegido a quien será un miembro más de la familia.  Pequeño, asustado y escondido en un rincón esta Troski, un pequeño perrito blanco con manchitas marrones, recién llegado a la perrera.  A diferencia de los demás que se acercan a curiosear a la niña a través de sus jaulas y le llaman la atención con sus ladridos, el pequeño perro no ladra, solo observa desde el fondo de su jaula a la pequeña niña que le sonríe al otro lado.

  • No tengas miedo perrito, pronto vendrás a mi casa y te cuidaré mucho. Ya lo verás. – le dice la pequeña.
  • ¡Papá, mamá! – les llama Alicia desde la mitad del pasillo –Venid, ya he elegido a mi perrito.

Los padres de la pequeña acuden junto a la responsable de la perrera a la jaula donde están Alicia y el perrito.

 La madre, al igual que la niña, siente una gran ternura al ver al perrito tan asustado y con la mirada tan triste.

  • ¿Por qué parece tan asustado? – le pregunta la madre a la responsable. ¿Qué edad tiene? Parece tan indefenso…
  • Tan solo tiene un año, pero su historia es como la de uno de tantos perros que acaban abandonados y traídos aquí, los que tienen suerte.
  • Qué lástima, pobre perrito… ¿me cuentas su historia?- pregunta Alicia apenada.
  • A Troski, como aquí le hemos llamado, nos lo encontramos en pleno agosto cerca de una gasolinera cuando más calor hacia. El pobre debió estorbar en las vacaciones de sus dueños y lo abandonaron a su suerte. El pobre tenía entonces unos 8 meses y estaba muy delgadito cuando le vimos. Además debió ser atacado, o al menos, eso pensamos, porque tenía varias heridas. Fue un milagro que aun estuviera vivo cuando nos llamó el dueño de la gasolinera donde le encontramos.

 La familia de Alicia, se queda impactada ante la triste historia del pequeño Troski y deciden adoptarlo. Tanto Alicia como sus padres, quieren darle al perrito la oportunidad de tener un hogar y cuidarlo más que sus anteriores dueños.

Julia, la responsable de la perrera tan solo les pone una condición, que la familia acepta sin pensarlo. Que no abandonen de nuevo al pequeño, que tan mal lo pasó meses atrás.

  • Son muchos los que vienen a llevarse un cachorro de perro o gato como regalo de navidad para sus niños y, cuando estos crecen o se convierten según sus dueños en un estorbo para su vida, ya sean por vacaciones, porque se han hecho más grandes de lo que pensaban o porque ladran mucho o arañan las cortinas y molestan a sus vecinos, los abandonan a su suerte. No hagáis eso nunca, cuidadle muy bien y Troski os dará todo su cariño mientras este con vosotros.
  • Tranquila, que será uno más de la familia. Jamás le haríamos daño a un ser tan indefenso. – le asegura el padre de la niña.

  Julia ve que la familia está decidida a darle el cariño que le faltó a Troski en su antiguo hogar y abre la puerta de la jaula para entregarlo a su nueva familia.  Enseguida Alicia abraza al perrito y este le lame dándole así las gracias por sacarle de aquel lugar.

  Esta vez, el regalo de navidad ha sido para Troski, que parte con la familia y la alegría de tener un nuevo hogar donde pasara la navidad y toda su vida.

  Por fin, recibirá el cariño de unos dueños que saben que un animal no es un objeto que regalar y que puedan abandonar cuando se cansen.  El pequeño Troski ha recibido un milagro por Navidad.

Cuento de Navidad por Rosi Requena.

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