Cuentos infantiles para Navidad
Cuentos infantiles para Navidad: Este cuento trata sobre lo importante que son para los niños cumplir nuestras promesas y lo responsables que pueden llegar a ser cuando desean algo de verdad.
La pequeña Belén sigue, día tras día, abriendo sus ventanitas del calendario de Adviento con mucho cuidado para no estropearlo.
Hoy en la ventana correspondiente al día 12, Belén ha descubierto a un pequeño pastorcito con un corderito entre sus brazos. A la niña le ha gustado tanto la chocolatina que, para recordarla, le ha hecho un dibujo para colgarlo con un imán en el frigorífico.
Cuando llega la noche, Belén, como de costumbre, se pone el pijama y tras lavarse los dientes se mete en la cama, a la espera de que le cuenten su nueva historia de navidad.
-La historia se llama “El pequeño pastorcillo”- comienza la madre de Belén.
Cuentos infantiles para Navidad: El pequeño pastorcillo
“Erase una vez hace mucho tiempo, una familia que vivía en una pequeña aldea. La familia la componían los abuelos, padres y sus dos hijos, una preciosa pareja de seis y nueve años. El padre se dedicaba a pastorear ovejas y el resto de la familia ayudaba haciendo lo que cada uno mejor sabía hacer.
A Samuel le encanta ver como su padre se lleva a pastar a las ovejas y no hay día que no intente salir con él para ayudarle, pero siempre se encuentra con la negativa de sus padres, diciéndole que todavía es muy pequeño para ir al monte con él, que se podría poner en peligro el y provocar que se pusieran en peligro los demás. En el fondo, el niño sabía que los mayores tenían razón, pero le podían las ganas de querer acompañar a su padre para ayudar en su trabajo.
Ante tanta insistencia, Samuel logra convencerles en parte y consigue que sus padres le hagan una promesa:
-Como el día de Navidad cumplirás diez años, como regalo te dejaré que me acompañes. Pero con una condición- le dice su padre.
-Dime papá, haré todo lo que me digas.- le promete el pequeño con los ojos abiertos de par en par.
-Tendrás que estar conmigo en todo momento, te abrigarás sin protestar y me obedecerás en todo lo que te diga.
-Te lo prometo, papá.- le contesta dando un gran abrazo a su padre.
Faltan unos quince días para que Samuel se pueda ir con su padre y la espera se le hace eterna. Los días para el niño se le hacen meses y, en una pequeña hoja va tachando los días que le quedan para que su padre cumpla su promesa.
Por fin, después de tanta espera, llega el ansiado día. Su madre le prepara el almuerzo y le llama para que se prepare y se abrigue bien. Es un frio día de invierno y tendrán que tratar de llegar a casa antes de que comience a nevar.
Abrigados hasta arriba, padre e hijo sueltan al rebaño y a Draco, un joven Border Collie de manchas blancas y negras, que encabeza al rebaño para que no se escape ninguna oveja.
Durante el camino, el pequeño apenas dice nada y se limita a seguir a su padre y a Draco, que contiene el paso y vigila a las ovejas como si fueran suyas. Su padre, de cuando en cuando, mira de reojo al pequeño Samuel y se le escapa una pequeña sonrisa al ver lo concentrado que esta el niño. Parece más mayor de lo que realmente es y piensa que, en unos años, será una gran ayuda para él si se decide a pastorear como lo decidió él hace ya bastantes años.
Cuando llegan al punto donde están las ovejas acostumbradas a pastar, padre e hijo se meten en una pequeña cueva y aprovechan para almorzar. Tienen que reponer fuerzas, pues les quedan varias horas todavía hasta que vuelvan a casa a descansar y a disfrutar de la cena de Navidad junto a la familia.
Todo parece tranquilo, las ovejas pastan tranquilamente y Draco decide descansar un poquito cuando un ruido le pone en alerta. Son unos aullidos lejanos, seguramente de lobos que van buscando su comida, pero se oyen lo suficiente como para que varias de las ovejas se asusten y huyan a toda prisa. Draco corre detrás de ellas, mientras Samuel y su padre logran contener y tranquilizar al resto del rebaño. Cuando todo se ha calmado de nuevo, Samuel convence a su padre para buscar a Draco y las dos ovejas perdidas, una de ellas todavía es un pequeño corderito y a Samuel le da mucha pena que el animalito se separe de su familia.
Corriendo se va a buscarles y, al cabo de un rato, el padre del niño ve las siluetas de Draco, Samuel y una de las ovejas. Por un momento se lamenta de la perdida de una de sus ovejas, pero se da cuenta de que el pequeño trae al corderito en sus brazos. Con la carrera, el pequeño corderito se ha lastimado una pata y no podía andar.
Tras el susto, ambos recogen y se disponen a regresar a casa para curar al pobre corderito, la herida es más leve de lo que parece y, en un momento el cabritillo regresa junto a su madre con la pata vendada.
En la cena, su padre les cuenta a los abuelos y a su mujer lo valiente que ha sido el niño y les dice, orgulloso que en la familia a partir de ahora hay un nuevo y pequeño pastorcillo.”
-Y colorín, colorado… -finaliza su madre.
-Este cuento se ha acabado- contesta la pequeña.
FÍN
Belén se arropa de nuevo con las sabanas y su edredón, coge a su pequeño oso de peluche y se dispone a dormir, feliz de conocer a otro de los pequeños personajes de su calendario.
Fichas de comprensión lectora de los Cuentos infantiles para Navidad
1.- ¿Qué figura descubre la pequeña Belén?
2.- ¿Qué le pide sin descanso Samuel a sus padres?
3.- ¿Qué le prometen como regalo de navidad?
4.- ¿Cuál sería tu regalo perfecto de Navidad?
5.- Dibuja que es lo que más te ha gustado del cuento
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