Cuentos de animales para niños con valores: Objetivo, que aprendan la empatía
Cuentos de animales para niños: El pájaro y el zorro
Un pájaro volaba muy feliz por un bosque cuando de pronto escuchó unos ruidos que le llamaron poderosamente la atención. Preso de su curiosidad, se acercó sigilosamente y vio como un zorro pequeño se encontraba atrapado por unas ramas caídas. El zorro lloraba y, al ver al pájaro le dijo:
- Oh! Pajarito, ¡eres mi única esperanza! Necesito que me ayudes a correr estas ramas para que me libere de esta trampa. Hace días que no puedo salir de aquí y creo que no podría pasar ni una sola noche más preso.
El pajarito era muy bueno y sintió pena por aquel zorro pero también dudaba porque sabía que si lo ayudaba a liberarlo, luego el zorro querría comérselo, sin duda aquél era un depredador y él solo un pajarito.
- Mmmmm, ¿Cómo sé si puedo confiar en ti? Quizás te ayude a liberarte de las ramas y luego me comas – le dijo el pajarito.
- ¡No, no! Por favor, te lo imploro– dijo el zorro llorando y lleno de dolor y lágrimas en sus ojos – Tienes que creerme, moriré si no me ayudas ahora.
- Bueno, está bien – dijo el pajarito que aunque dudaba, le daba mucha pena ver morir a otros animalito. Así que decidió ayudarlo.
Utilizando todo su ingenio, el pajarito ideó un plan con unas ramas que servían de palanca para poder liberar al zorro. Luego de unas horas el plan estaba listo. El pajarito ató una rama a su patita trasera y con la fuerza de las palancas y de su magnífico plan, lo puso en marcha. Las ramas funcionaron de maravilla e hicieron que el zorro se liberase de aquella trampa.
El zorro, liberado, no tenía palabras de agradecimiento y, aunque tenía hambre, tenía mucha más sed así que se acercó por unos minutos al lago y se dispuso a beber agua.
Mientras tanto el pajarito se disponía a soltarse de las ramas de su patita para partir pero en ese momento se acercó el zorro y le dijo:
- Sé que he dicho que no te comería, pero soy un depredador y hace días que no me alimento, así que ¡Voy a comerte!
El pajarito algo asustado pero por sobre todas las cosas indignado, frunció el ceño y le dijo:
- Tú eres un tramposo y un desagradecido, he sacrificado mi vida por ti ¿Y ahora quieres comerme?
El pajarito se encontraba verdaderamente furioso y con la misma bronca empezó a sacudir sus alitas y a pinchar con su pico los ojos del zorro. Este se alborotó pero el pajarito no dejaba de picar sus ojos para que lo soltase pues ya lo tenía sujeto entre sus garras dispuesto a comerse al pajarito.
Tan perturbado se encontraba el zorro que sin darse cuenta caminando hacia atrás tropezó con el lago y cayó a él. Las ramas que había preparado el pajarito con su inteligencia cayeron sin querer sobre el zorro, dejando atrapado nuevamente a este debajo del as ramas.
- ¡Oh no! De nuevo estoy atrapado. Por favor ayúdame – le dijo el zorro al pajarito – Esta vez prometo no comerte – lloraba el pequeño zorro.
El pajarito lo miró con bronca, sintió pena nuevamente por él pero esta vez se aseguró de tener un modo de escapar, una forma segura para que el zorro no lo lastimase.
Así que observó muy bien las ramas que había atrapado al zorro en el agua. Luego de un rato descubrió la rama que obstruía todas las demás; la quitó y rápidamente voló hacia un árbol.
El zorro se encontraba ahora nuevamente liberado.
- Espero que hayas aprendido la lección, zorro. Jamás devores a quien te ha ayudado con amor, en más de una oportunidad y que ha arriesgado su propia vida para ello.
El zorro se sintió verdaderamente apenado y prometió nunca más faltar a su palabra.
FIN.
Cuentos de animales para niños con valores
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Es muy buen cuento